Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Michael Jackson.- Durante
mucho tiempo logró alcanzar una tesitura vocal de cuatro octavas, a la que añadió
la extraordinaria cualidad de mejorar sus notas bajas, lo que lo convierte en
un superdotado. Mucho de sus grandes
portentos vocales y musicales se deben seguramente a su legendario oído
absoluto, aquello que permite remitirse a la memoria auditiva de
inmediato y sin necesidad de apoyo o referencia. Michael estaba clasificado
como contratenor, pero además poseía ritmo y dicción excepcionales. Técnicamente,
Jackson podía desplegar la nota B5 como la más alta y la E2 como la más baja.
Es decir su amplitud llegaba a las 44 notas. Además, su perfeccionismo lo
llevaba a exigirse en la obtención de la mayor ductibilidad, llevando sus
canciones hasta provocar el paroxismo en sus oyentes. Michael Jackson ha sido
objeto de numerosos estudios, pero también de especulaciones acerca de su
increíble registro vocal. Se ha dicho de él, desde que se trataba de un castrati,
hasta que su voz era producto de químicos. Lo cierto es que en sus últimas
apariciones públicas se le seguía escuchando altísimas y afinadas notas. Quizá
por ello, pero además porque se trataba de un verdadero maestro de la música,
el canto y la danza, ha logrado establecerse para siempre en la historia.
Freddie Mercury.- Las tres octavas y una sexta mayor del
registro vocal de Freddie Mercury, lo colocan entre los más grandes cantantes
de música popular del mundo. Máxime si nuestro recordado vocalista y líder de
Queen, poseía además extraordinaria afinación, limpieza, potencia y emotividad.
Cuando se encontraba en la cúspide de su carrera fue clasificado como un
barítono ligero que cantaba en la tesitura de tenor. Por ejemplo, en “Somebody to
love” muestra su gran registro de cabeza, con comodidad y limpieza.Al final, terminó adecuándose una tercera
menor por debajo de su registro anterior, pues se decía que sufría de nódulos.
Eso es entendible ya que Mercury nunca tomó clases de canto. Se puede muy
fácilmente entender como falsete sus agudos más intensos. No es su culpa que
Mercury pueda pasar de modo imperceptible (para los oídos no entrenados) desde
la voz de cabeza a la de pecho. Y es que Freddie Mercury era capaz de alcanzar
registros de Bb4 sin esfuerzo alguno. Así pudo regalarnos grandiosas
interpretaciones, por lo general resumidas por su gran público en sus más
populares temas como “Bohemian Rapsody”. Freddie Mercury añadía a su registro
vocal, un carisma superlativo, el don de comunicarse intensamente con sus
oyentes y la versatilidad para interpretar ritmos y mensajes de distinta índole
en un mismo concierto.
Robert Plant.- De poderosa e impactante voz y amplio
registro vocal, el vocalista de Led Zeppelin, indudable influencia en cantantes
contemporáneos a él y también en posteriores.Su estilo único de agudísimos tonos, casi falsetes, sensuales gemidos,
impostaciones, ritmos cambiantes, además de una amplia tesitura vocal, todavía
asombra y conmueve a todos. El mejor Robert Plant -como pocos- sabe llevar al
público desde un estado frenético, visceral, galopante, hasta uno tibio y
susurrante. Nacido vocalmente en los predios del blues, Plant sembró las bases
del hard rock, hasta convertirse en un ícono de este. Devoto del riff,
activista de la sensualidad y la explosión eufórica, obsesivo del ritmo y la
afinación. Axl Rose, Rob Halford, Bruce Dickinson,Steven Tyler, Chris Cornell,
Paul Stanley, pueden considerarse entre sus deudores vocales, entre tantos
otros.
Louis Armstrong.- El genial músico y cantante de jazz,
creador insondable de técnicas depuradas y altamente sofisticadas con su voz,
única, irrepetible, trascendente. Maestro del scat, forma de improvisación que
lleva la voz hasta los terrenos de un instrumento y que no está dado a
cualquier cantante -para lograrlo se requiere gran virtuosismo, oído
excepcional y creatividad-. Hay leyendas sobre quién fue el creador del scat,
varias de ellas coinciden en que el gran Louis lo fue. No nos detendremos en la
anécdota, pero sí aseguramos que fue su mejor exponente, sin duda alguna. Frank
Sinatra fue otro, pero a mi entender está por debajo de Armstrong. La voz del
gran “Satchmo”, grave, quebrada, intermitente, potente y educada hasta los
límites, lo distingue de todos los demás y reafirma su estilo gravitante dentro
de la música en toda su historia. Armstrong puede ser catalogado como barítono
atenorado, pero lo esencial de su voz reside más bien en el color fascinante
que le imprimió a sus interpretaciones, además de la vibrante personalidad que
inundaba los escenarios. Duke Ellington lo llamó “El señor del Jazz, su máxima
expresión”.
Elvis Presley.- Se le ha catalogado en muchos estudios
especializados como la mejor voz de la historia del canto. Sea cierto o no,
creo que depende el oído de cada uno, pero la excepcional versatilidad que
abarcaba al interpretar desde el góspel hasta el rock, el country o baladas
teñidas de blues, lo deja en el lugar de siempre:”El Rey”. Su rango vocal llegaba
a las dos octavas y un tercio (y hasta tres, como en “What now my love”). Se
diría que estaba entre barítono y tenor. De ritmo sin igual, su color de voz
puede transitar una amplísima gama, desde los muy graves hasta los agudos, de
forma que podía desarrollar las más impredecibles interpretaciones sin exigirse
demasiado.Incluía en ello tonos
sensuales y provocadores, para después recalar en gruñidos y arrastres rasposos
o gritos. Por ello su público deliraba, perdía la noción de la realidad y
pasaba a un estado de trance y éxtasis masivo. Era su voz y su magnetismo
histriónico, su posición en el escenario, su rebeldía.
Frank Sinatra.- Llamado: “La voz”. Nadie podrá regatearle al
maestro el lugar privilegiado que ocupa entre los cantantes más grandes de la
historia de la música popular. El poder de su voz de barítono no estaba
solamente en sus cualidades técnicas que las tenía en abundancia, sino por su
capacidad de interpretación. No era de mucho movimiento, más bien tenía una sutil
manera de comunicar lo que cantaba, quieto, mirando fijamente, apenas con el
micrófono en la mano, lanzaba una voz uniforme en todos sus rangos, limpia y
magnífica, elegante y sobria. Podía provocar el llanto en sus oyentes cuando
cantaba. Ha tenido gran influencia entre muchos cantantes posteriores a él, por
citar uno: Michael Buble. Su aterciopelada voz, combinación de tórax, cuerdas
vocales y laringe, inundaba de caricias el auditorio. Su parafraseo y control
de la respiración son ya míticas, máxime si hay que recordar que usualmente él
cantaba con big band, es decir una
gran orquesta, sobre las que él terminaba imponiendo su potente voz.