Los mejores chistes que solo entenderás si eres inteligente (si no, disimula)

La Navidad es época de ‘cuñados’ por excelencia. El whatsapp se llena de esas bromas vulgares del pueblo llano que nos igualan en democrática armonía, nos hacen afrontar el día a día más cercano con una sonrisa y mirar el mundo con los mismos ojos ilusionados que el vecino del quinto. Asqueroso, vaya.

Porque cuando uno es un intelectual, alguien con inquietudes aristocráticas en el humor, un sommelier de la risa, un chiste simple que todo el mundo capta es casi ofensivo. Lo único más desagradable es reírse sin poderlo evitar con una tontería al alcance de todos y tener que disimular las carcajadas fingiendo una respetable tos seca.

Desde ‘The independent’ nos recuerdan que en realidad la gente divertida suele ser más inteligente según los estudios, y para demostrarlo han reunido algunas muestras de humor con sello de qualité. A nosotros nos ha dado envidia y hemos añadido bastantes más. No necesitas una gran cultura para entender muchos de estos chistes, pero nos ha parecido que todos tenían algún giro original, un cierto ‘valor añadido’. Algunos no te harán gracia por listo que seas (¡el humor es así!), pero avisamos: los hay que tienen premio cuando los piensas unos segundos más.

Papel de lija para el cerebro

• Entran a un bar un francés, un inglés y un español y les dice el camarero enfadado: «¿Qué se creen ustedes que es esto, un chiste?»
• Un ciego queda con otro amigo, también ciego, para tomar un café. Al rato, el primero saca un trozo de papel de lija, se lo pasa al otro y dice: «Fíjate, Manolo, lo que me he encontrado hoy por la calle». El otro toca un poco el papel y contesta: «¿Pero quién ha escrito semejante tontería?».
• «Queridos apóstoles: Y = X2 + 5«.
• La entropía ya no es lo que era.
• ¿Qué le dice un gif a un jpeg? ¡Anímate!

– «Las partículas como usted no son bienvenidas aquí» – Un taquión entra en un bar

• Hay diez tipos de personas, las que saben contar en binario y las que no.
• Jean Paul Sartre está en un café parisino revisando el borrador de su obra ‘El ser y la nada’. Le dice a la camarera: «Deme un café sin crema, por favor». La camarera contesta: «Lo siento, no tenemos crema. ¿Se lo puedo poner sin leche?».
• Los geómetras no mueren, simplemente pasan a otro plano.
• «¿Pero a dónde vas, Diógenes?». «A subir la basura».
• «¿Es aquí la academia de inglés que cuesta un euro al mes?». «If, if, between, between».
• ¿Qué es un oso polar? Un oso rectangular tras un cambio de coordenadas.