Entrenar durante los meses de verano, en teoría, debería resultar más sencillo. Los días son más largos, y se tiene más tiempo libre por las vacaciones. Pero aun así, realizar un entrenamiento durante esos meses también tiene sus inconvenientes, ya que el tiempo es especialmente agradable y a menudo invita a otras actividades de mayor relax.
No obstante, son muchas las personas apasionadas del deporte que deciden sacar provecho del verano para realizar un triatlón. Además, hoy en día hay más facilidades que nunca para realizar deportes como estos, ya que basta con teclear alquiler barco Menorca en el buscador para tener disponible uno cuanto antes y nadar a mar abierto. Dicho esto, veamos los principales consejos para preparar un triatlón durante el verano.
Dos semanas antes de la prueba
Ya dos semanas antes del triatlón, debes mantener la intensidad pero comenzar a bajarla durante los últimos días de la semana. Puedes aprovechar para realizar una especie de simulacro de la prueba, para lo que debes tener presente el circuito, y también las transacciones, la hidratación y el material, entre otros aspectos.
Es el momento de bajar el ritmo, sobre todo en el running. En el caso del ciclismo y la natación, debes llegar a la velocidad que quieres alcanzar en el momento de la competición. No obstante, el descanso es igual de importante que el entrenamiento en sí, por lo que debes prestarle atención durante los últimos días.
Esta semana tienes que mantenerte activo, pero sin realizar grandes esfuerzos. En cualquiera de las tres modalidades, las sesiones deben ser más cortas. Desde entonces hay que tener mucho cuidado con la nutrición, apostando por los hidratos de carbono y consumiendo agua para no sufrir calambres durante la carrera.
Durante el último mes de entrenamiento
Si quieres preparar tu cuerpo adecuadamente para afrontar el triatlón con éxito, debes seguir el siguiente plan de cuatro semanas. En primer lugar, tendrías que revisar todos los materiales que vas a utilizar el día de la competición, esto es, todo lo que guarda relación con la equipación, la bicicleta, las gafas de nadar, etc. Es mejor curarse en salud y evitar cualquier problema posterior.
Otro aspecto al que debes prestar especial atención es a cuidar la dieta, ya que vas a necesitar muchos hidratos de carbono y proteínas. Los carbohidratos ser irán reduciendo en los últimos días, conforme las proteínas vayan ganando protagonismo.
No obstante, debe tratarse de una transición moderada, ya que no te puedes permitir excesos en estos momentos. Lo mejor es comer cantidades normales e hidratarse para metabolizar los nutrientes.
Se recomienda además tomar bebidas isotónica para recuperar las sales que se pierden con el esfuerzo, y hacerlo durante los entrenamientos. Esto es especialmente importante en fechas de verano.
Y finalmente, debemos incidir en la importancia de dar prioridad al descanso. Por mucho que entrenes duro, no puedes hacerlo durante todo el día. Aprovecha tus ratos libres para un buen descanso: túmbate, estira, etc.