Ayer en la Costa Azul, hoy en Sicilia, pasado mañana en Estambul... La idea de despertar cada mañana en un nuevo puerto es, cuando menos, tentadora. Pero lo que convierte a los cruceros es una opción de vacaciones irresistible no es solo un itinerario atractivo con historia.
Es la experiencia de vivir a bordo, de nuevos amigos, la comunión con el mar y, sobre todo, el uso y disfrute del barco, convertido en una ciudad flotante con opciones de ocio para todos: catas de vinos, clases de idiomas, tratamientos de spa, bares de toda condición, cine con palomitas, zonas para niños, bibliotecas con libros en varios idiomas, noches de baile, compras...
La historia del mar Mediterráneo
El mar Mediterráneo es algo único. Resulta muy complicado encontrar las palabras que acierten a definir toda su belleza. Para acertar en la descripción del Mare Nostrum habría que poner un ojo en el presente y, al tiempo, otro en su pasado. Fenicios, cartagineses, egipcios, minoicos, griegos, romanos... han dominado esta inmensa laguna.
El viajero que escoja realizar un crucero en el Mediterráneo sin duda acierta. Viajar por este mar es un paseo por la historia del mundo. Es también un paseo por una naturaleza en ebullición, con volcanes, terremotos, tormentas e incendios. Pero el Mare Nostrum es inmortal, donde nacieron casi todos los dioses, desde Jehová a Mahoma.
Cinco destinos en crucero por el Mediterráneo
Pese a que la Ciudad Condal ha vivido buena parte de su desarrollo a espaldas del Mediterráneo, lo cierto es que, sobre todo desde las Olimpiadas, ha recuperado el mar como uno de sus mejores reclamos. Sus reclamos más destacados: el Puerto Olímpico, las Ramblas, la obra de Gaudí ( Sagrada Familia, Parque Güell, Casa Milà...), el Paseo de Gracia, la Diagonal, plazas Cataluña y Sant Jaume...
El Mediterráneo tunecino trae hasta la orilla de las playas de los centros turísticos los ecos de un pasado que se muestra en sus museos y se recrea en las medina. Lejos del desierto, Túnez también existe. De obligada visita resulta Cartago, al antaño rival de Roma en la antigüedad y con unos yacimientos que son Patrimonio de la Humanidad.
A mediados del siglo XVI resistía el envite turco, transformándose en una de las últimas fronteras de Occidente. Hoy, 500 años más tarde, conserva su patrimonio y su encanto prácticamente intactos. Su capital, La Valetta, alberga joyas como la Catedral de San Juan (con soberbios cuadros de Caravaggio), el Albergue de Castilla o el palacio de los Grandes Maestres.
Dominada sucesivamente por casi todas las grandes civilizaciones que han señoreado por el mar Mediterráneo, Sicilia ha desafiado el paso del tiempo sobreviviendo a todos cuantos quisieron conquistarla. Solo el recuerdo de lo griego, como ese primer amor de juventud, fue capaz de doblegarla. Y es que, a veces, la isla de Sicilia parece la magna Grecia. Sus playas han visto el desembarco también de fenicios, cartagineses, romanos, árabes, bizantinos, normandos, franceses, españoles, austríacos...
5. Dubrovnik
Ni las guerras ni el paso del tiempo le han restado belleza a una de las ciudades más bellas del planeta. Acallados los ecos de la última contienda, la ciudad croata se muestra de nuevo tal y como siempre ha sido: fascinante. Se trata de una espectacular ciudad fortificada que se mantiene en perfectas condiciones.
La mítica del Mediterráneo nació como un desafío al mar. Para ir más allá, para comerciar sobre todo, y para sentir que el paso del hombre por la Tierra no era un hecho banal. No podríamos hablar de civilización olvidando la palabra Mediterráneo.
Antes de que se abrieran las rutas hacia las Indias Orientales y Occidentales, a principios del siglo XVI, el centro del mundo no fue otro que este pequeños mar casi interior que tratamos en Lugares con historia. Por ello, conviene conocer estas maravillas históricas y paisajísticas mediante algunos de los viajes con cruceros 2022.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.