En ocasiones, la prensa trae noticias que, aunque intrascendentes (al menos para quien no se dedique a la cría de cerdos), resultan sumamente curiosas. Les transcribo el titular: “Los juguetes antiestrés para cerdos que evitan multas de hasta 100.000 euros a los ganaderos”. No me negarán que ante un titular así, lo más normal es pinchar la noticia para ver de que se trata.
La legislación española tiene Reales Decretos, en ocasiones, surrealistas, por llamarlos de algún modo. Y uno de ellos es el que, aparte de dictar unas condiciones sanitarias y de espacio para la cría de cerdos, obliga a los ganaderos a destinar un área de juegos porcina y facilitar juguetes para que los animales se diviertan y estén entretenidos. Como lo leen. Y si no facilitan esos juguetes a sus cerdos, se exponen a una posible sanción económica que puede variar entre los 600 y los 100.000 euros.
Y es que los cerdos son animales curiosos, que muerden e investigan todo lo que tienen a su alcance y que cuando se aburren, se dedican a atacar a sus compañeros, con un especial interés en arrancar a mordiscos las colas del resto de la piara. Mantener a un cerdo entretenido no es tarea fácil y existen varios equipos de técnicos agroalimentarios, ingenieros agrícolas, ingenieros agrónomos y veterinarios desarrollando continuamente nuevos juguetes porque uno demasiado simple o extremadamente complejo, puede acabar siendo aburrido para ellos.
Los cerdos tienen una alta capacidad olfativa y son muy sensibles a los ruidos fuertes. Entre los juguetes antiestrés que más triunfan entre esta especie se encuentran los balones y pelotas, los tubos con palos deslizantes que los cerdos empujan con sus hocicos, cepillos rascadores, anillas con gomas colgantes y fardos de paja o heno para que jueguen con ellos. Pero el juguete de moda es una cadena de acero inoxidable con tacos de plástico que se coloca suspendido para que esté en movimiento y a una distancia del suelo de unos 40 centímetros.
Algunos ganaderos fabrican sus propios juguetes, pero lo más “in” es recurrir a empresas especializadas en el asesoramiento y venta de juguetes como Favega, PeigGanadera o Reysan, entre otros
Como ven, todo un mundo nuevo y desconocido. Al menos, para mí.