Los mejores macarons de París

Hace unos días tuve el inmenso placer de visitar París, y algunas de sus famosísimas pastelerías. He aquí mi particular tour fotográfico de los mejores macarons de París ¿Interesado en conocer los mejores macarons del mundo? ¡Sigue leyendo!

En un poquito más de un fin de semana he podido recorrer algunas de las más famosas pastelerías de París, y probar sus mejores macarons. Antes de viajar hasta allí, tomé la precaución de investigar el ranking de los macarons mejor valorados de París de estos últimos años, y después de muchas vueltas por la ciudad, y un subidón de azúcar espectacular, os presento tres lugares que merece la pena destacar. No están todos los que son, pero si son todos los que están. Cada uno de ellos, por una razón diferente:

Ladurée: Cuenta con más de una docena de tiendas distribuidas tanto por París, como por sus alrededores y aeropuertos. Seguramente, la “boutique” más famosa donde comprar macarons. Tuve la ocasión de visitar dos de sus tiendas en París, incluida la maravillosa tienda de los Campos Elíseos, y su tienda en el aeropuerto de Orly. Con una estética bellísima y excelentemente cuidada, me decidí a probar los macarons de frambuesa, chocolate, chocolate de Grenade, y caramelo a la flor de sal. Muy ricos, preciosa caja, pero, en mi humilde opinión, inferiores (con diferencia) a los exquisitos y maravillosos macarons del siguiente maestro.

Pierre Hermé: Poco puedo decir que no se haya dicho ya del maestro Pierre Hermé. Cada uno de sus macarons, y dependiendo de la variedad, tiene un precio superior a dos euros la unidad. Si ya estaba fascinada con las fotografías que promocionan sus delicias, ahora me siento completa y perdidamente enamorada de sus macarons. Visité su tienda de la Rue Bonaparte, pequeña, coquetona y en la cual tienes que hacer cola siempre antes de poder entrar. El primer día que fui hasta allí me decidí por los macarons de trufa blanca con avellanas (de gusto muy particular y en la foto de color blanco plateado, pero tan sorprendente y delicioso que no dudaría en comerme todos los que me permitiera mi nivel de azúcar en sangre), el macaron de chocolate Chouao (¡No tengo palabras! y en la foto de color chocolate con brillos fucsia), y el famoso Mogador (fruta de la pasión y chocolate con leche ¡Impresionante contraste y maravillosa textura! Hubiera pagado el doble o el triple por poder probar algo así).  No tuve la suerte de encontrar disponible en aquel momento, uno de los macarrones estrella de la firma, el macaron Ispahan (rosa, frambuesa y litchi), pero ante la frustración que me produjo, volví al día siguiente y me hice con el macaron de rosa infinita, el de chocolate brasileño Paineiras, y el macaron de temporada de calabaza y maíz. Definitivamente, y para mi, Pierre Hermé es el mejor.

Por último, no quería dejar de incluir en este pequeño repaso una de las pastelerías que más me sorprendió, en la Rue Vaugirard: Sadaharu Aoki. Este maestro japonés, aúna en sus creaciones pastelería francesa e ingredientes japoneses. Si no aparece foto de los macarons, es porque mi nivel de azúcar comenzaba a ser peligroso y guardé mis macarons en la mochila mientras digería los de la tanda anterior. Resultado: migas de macarons. De lo cual aprendí que los macarons y las mochilas a la espalda en el metro parisino, no se llevan nada bien.

No obstante, el macaron de té matcha era sensacional, el de sésamo delicioso, pero gracias al macaron de yuzu (cítrico japonés y único macaron que quedó medio intacto) ¡Conseguí alcanzar el cielo de París!

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