La isla de Tenerife depara al viajero que viene a conocerla mil y un paisajes diferentes. Desde la costa escarpada y rocosa del norte hasta las arenas de las playas del sur. Si no adentramos al interior nos espera las laderas en forma de bancales de cultivos alrededor de pueblos y caseríos.
Pero aquí no acaba todo, ya que en las zonas altas encontramos las evidencias de vulcanismos recientes y antiguos, sin duda el más importante está en el Parque Nacional del Teide, donde las sucesivas erupciones volcánicas han pintado el paisaje con tonos amarillos y negros.
No se puede finalizar una visita a Tenerife sin recorrer los numerosos miradores que encontraremos a lo largo de la carretera que recorre la isla, y que nos muestran cada una de las caras de la isla. Así que sin más, vamos a conocer los principales miradores de Tenerife.
Mirador de Cherfe (TF-436, Buenavista-Santiago del Teide)
Este mirador se encuentra ubicado en pleno Parque Rural del Teno, desde aquí tenemos unas vistas espectaculares de todo el barranco y el caserío de Masca. Se encuentra en la carretera TF-436 que va de Santiago del Teide hacia Masca.
Mirador de Altos de Baracán (TF-436 P.K. 12)
Este mirador se encuentra en lo alto de la macizo de Teno, entre la línea que separa la zona húmeda y seca de la isla. Ofrece unas excelentes vistas del Valle del Palmar y de sus profundos barrancos.
Mirador de La Cruz de Hilda (TF-436 K. 14)
Muy cerca del anterior tenemos el Mirador de La Cruz de Hilda desde donde podemos ver nuevamente el caserío de Masca. Este caserío constituye una de las estampas más representativas del viejo macizo de Teno. Completa la estampa la sucesión cultivos de palmerales escalonados.
Mirador de la Ruleta (TF-24 P.K. 46)
Por la carretera que nos lleva al Teide, junto al Parador se encuentra uno de los miradores más conocidos, el Mirador de la Ruleta. Desde aquí tenemos unas vistas impresionantes del Llano de Ucanca y del circo sur de Las Cañadas. En él se encuentran los Roques de García, con el "Dedo de Dios", más conocido por ser la estampa de los billetes de mil pesetas.
Mirador del Pico Viejo (cima del Teide)
Una vez ascendemos con el teleférico a lo alto del Teide, tenemos dos caminos, el primero nos lleva al mirador del Pico Viejo. Caminaremos por un sendero enlosado y en ligero descenso, de fácil recorrido que nos llevará hasta el mirador. Desde aquí tenemos unas vistas impresionantes de los Llanos de Ucanca, Los Roques de García, de la Degollada de Guajara y del cráter del Pico Viejo. En días claros, incluso se pueden llegar a ver las islas de La Gomera, La Palma y El Hierro.
Mirador de la Fortaleza (cima del Teide)
El segundo camino del Teide en dirección opuesta nos llevará hasta el Mirador de La Fortaleza, desde donde disfrutar de la vista panorámica de los Riscos de La Fortaleza.
Mirador de Archipenque (TF-454 P.K. 5)
Junto a la carretera que lleva al Puerto de Santiago se sitúa este mirador desde donde se puede admirar las impresionantes vistas de los acantilados, el muelle deportivo y el pueblo de los Gigantes. Pero si miramos más lejos podremos ver la isla de La Gomera.
Mirador de La Crucita (TF-24 P.K. 30)
Siguiendo la TF-24 en dirección a La Esperanza, encontramos este balcón con vistas a la Montaña de Las Arenas en la Caldera de Pedro Gil, el Valle de Güímar, e incluso en un día despejado podemos vislumbrar a lo lejos la silueta de la isla de Gran Canaria.
Mirador de La Tarta (TF-24 P.K. 31)
Un kilómetro más tarde encontramos una curva que atraviesa un antiguo rio de lava. Este lugar es conocido como la Tarta del Teide, y es donde se ubica el mirador. Como si de una tarta se tratara, las diferentes erupciones han dejado capa de colores diferentes. Según se señala en el cartel informativo del mirador, la capa blanca está formada por fragmentos de piedra pómez. Las capas negras por picón basáltico y las capas rojizas también de picón basáltico, pero su color es el resultado de haber entrado en contacto con aguas subterráneas que han oxidado el material antes de evaporarse por el calor.
Mirador de Los Campitos (TF-111 P.K. 2)
No podemos irnos de Santa Cruz de Tenerife si pasar antes por este mirador. Desde aquí podemos disfrutar de las vistas del Parque Rural de Anaga al fondo y de la zona del puerto con sus edificios más emblemáticos, como el Auditorio.