No es ningún secreto que en La Palomita somos fans de Los Simpson como ya demostramos hace unos meses en nuestro particular ranking de los mejores capítulos de la serie creada por Matt Groening. Ya que a pesar de que la familia amarilla dejó de hacer gracia hace tiempo, ni la codicia de algunos directivos será jamás capaz de dilapidar un legado para la historia de la televisión. Gran parte de la responsabilidad de ese éxito está en su riquísima ambientación plagada de detalles, una microatmósfera surtida de secundarios de lujo mejor definidos de lo que se estilaba incluso para series en carne y hueso hace 20 años. Por eso, y siempre bajo el pilar de que Homer Simpson es innegablemente el mejor personaje de la serie y seguramente uno de los más grandes de la historia catódica, esta entrada va dedicada exclusivamente a un grupo selecto de esos roles que consiguen robar protagonismo a la familia Simpson y sin los que esta obra de culto no sería la misma.
Tras el salto, nuestros secundarios preferidos de Los Simpson Parte 1.
Moe Szilak
El escanciador de bebidas alcohólicas del singular pueblo de Springfied se define como un tabernero solitario a la fuerza, ya que su poco atractivo físico (blancucho, enjuto y avinagrado, como los huevos en salmuera) nunca ha estado compensado con su tacto hacia las mujeres. Y es que aunque tuvo un lío romántico con la hermosa Renee, ésta voló sin remedio al ver como la tarjeta de crédito empezaba a racanear preocupantemente. No obstante, siempre le quedarán sus parroquianos y por supuesto Barney, por no olvidarnos de la inmunda Taberna.
Moe es sin duda uno de los personajes más detestables del universo de Los Simpson al que es inevitable cogerle cierto cariño. A pesar de no saber con certeza su origen entre su apellido polaco y el acento italiano, lo que sí tenemos claro es que no es natal del pueblo de Springfield ya que como el propio bedel Willy o el propietario del Badulake Apu, Moe tuvo que hacer el examen para obtener la nacionalidad. Un hombre que no es precisamente de los que deja ver sus sentimientos, con una faceta mas bien de otra época como demuestran sus actitudes hacia la comunidad homosexual o los propios inmigrantes curiosamente, bajo el pretexto de mantener una faceta de tipo duro ante los parroquianos del bar.
Pero por lo que más nos gusta Moe es por sus múltiples secretos, ya que o bien trafica con osos panda y ballenas, como practica la cirugía sin licencia, o mantiene en cautividad a algún pobre desgraciado en su sótano. Tacaño como el que más, Moe reúne también otras cualidades que contrastan con la mezquindad y el poco apego que siente por sus clientes y demás personas del pueblo, y es que como hemos podido ver en varias ocasiones, el señor Szislak también dedica sus ratos de ocio a leer cuentos en hospitales infantiles y a ayudar en las casas de refugio para los sin techo. Son esas pequeñas cosas las que hacer de Moe, en el fondo, un personaje enternecedor detrás de tanta mugre.
Krusty El Payaso
La primera aparición de este personaje se produjo el 15 de Enero de 1989 en El Show de Tracey Ullman con Krusty The Clown Show, uno de los cortometrajes de Los Simpson. Krusty está parcialmente basado en el payaso televisivo Rusty Nails, ídolo televisivo de la infancia de Matt Groening. Como es visible, la estrella de la televisión de Springfield tiene un parecido asombroso con Homer Simpson, cosa que evidentemente no es una casualidad, ya que como Matt Groening ha confesado, la idea era mostrar una sátira a cerca de como un crío (Bart) podía no respetar a su padre mientras que adoraba a un payaso de la tele clavadito a él.
Herschel Shmoikel Pinkus Yerocham Krustofsky es de origen judío y aunque parezca una frase contradictoria, ha evolucionado mucho a lo largo de los años. Krusty ha pasado de ser un artista que disfrutaba con la risa de los niños a un degenerado con doble rostro una vez el teatro cierra el telón. Un borracho que le da más al tequila que Massiel con barra libre, podría clasificarse incluso como la versión animada de CharlieSheen, vamos, un claro ejemplo a no seguir con la diferencia que el bueno de Charlie no se pone delante de las cámaras con la intención de educar o manipular las inocentes mentes infantiles (por lo menos, a las menores de 16 años).
Pero lo que más me atrapa de este Payaso es la poca gracia que tiene (“ Toc, toc-¿Quién es?-Julietta- ¿Julietta como?- ¿Qué comes? Pues si comes demasiados macarrones Romeo ya no te va a querer”) y a a pesar de ello vuelve una y otra vez al mundo del espectáculo cual Ave Fénix, bien con una gala espectacular donde las estrellas brillan con luz propia (incluido su primo LukePerry), como reconvertido en cómico gafapasta que finalmente acaba sucumbiendo ante el poderío del Cañonero.
Ned Flanders

Actor Secundario Bob

Montgomery Burns


publicado el 03 marzo a las 20:38
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