Revista Salud y Bienestar
El tiempo pasa pero los escenarios permanecen...
Ejemplo 1: Ya hemos hablado varias veces que la actual organización sanitaria española (estructuras directivas, jerarquías intrahospitalarias, sistemas de provisión de puestos, etc) está basada en normas de finales de los años setenta y principios de los ochenta. Han pasado casi 30 años y todo sigue igual, con algunos cambios tan ligeros que apenas se perciben. ¿Será esta década la de los cambios de verdad?¿Y si alguien de verdad empieza a tirar ladrillos y tabiques y cambia la distribución interna en el ámbito de la sanidad pública? ¿Y si se promueve un movimiento abierto y sin intereses ocultos para lanzar ideas tipo "esto solo lo arreglamos entre todos" como comentábamos el domingo? Algo fundamental a tener en cuenta: puede que el cambio no sea cómodo ni fácil a corto plazo, y seguramente lo mejor para el sistema y para el paciente no sea lo mejor para el profesional. ¿Aún así alguien se apuntaría?Ejemplo 2: El otro día leíamos una entrada en el blog "Salud, dinero y amor" sobre los procedimientos de marketing de los visitadores médicos (que también comenta Camilo en su Medicina Código Abierto). Un sistema de promoción de ventas algo arcaico, más basado en regalos (sí, sabemos que son memorias USB o bolígrafos o libros o portátiles, pero son regalos al fin y al cabo), pago de desayunos o comidas/cenas que se disfrazan de eventos de formación, que en la transmisión de información clínica o terapéutica de utilidad para el profesional. Pese a lo que quieran demostrarnos, la entrega de folletos a todo color con información en ocasiones sesgada (como muestra, un botón) no es precisamente ser objetivo y científico. Y lo que más rabia da, es que ese tipo de promoción todavía funciona, y muchos les siguen el juego a los promotores/vendedores... y así es fácil conseguir el objetivo final, que no es otro que aumentar la prescripción de un medicamento concreto, caiga quien caiga.¿Y si el político correspondiente se atreviera a limitar la presencia de visitadores médicos en horario de trabajo? ¿Y si hicieran públicos los datos de lo que reciben los profesionales de los laboratorios como en otros países? Aunque también podemos ir por otro lado, por el lado de los profesionales que rechacen estas prácticas, aunque es difícil a corto plazo porque están muy generalizadas. ¿Y si sustituimos esa promoción por formación real sobre medicamentos y productos sanitarios y sobre nuevos principios activos o sobre medicina basada en la evidencia? ¿Cómo era aquello que decían en la biblia de expulsar a los mercaderes del templo?