Un microsistema es una zona del cuerpo, delimitada, concreta y de extensión reducida en comparación con el total, en la que se manifiesta la totalidad del organismo. Esto permite tanto valorar el estado de salud como influenciar en él. Podemos pensar en el funcionamiento de una empresa. Si queremos comunicar algo a todo el departamento de contabilidad —por ejemplo, el sistema digestivo—, en vez de dar la noticia uno por uno a todos los empleados, podemos trasladarla a un jefe o representante —un par de zonas en la planta del pie— y dejar que sea él quien informe al resto —acción sistémica.
Hay varios microsistemas repartidos por el cuerpo. Algunos son muy útiles dando información pero difícilmente servirían para actuar, mientras que otros son más oscuros aportando datos y en cambio muy accesibles para manipular. Los más populares son los siguientes:
Las orejas. El trabajo con este microsistema se llama auriculopuntura o auriculoterapia y es muy habitual. Hoy está muy integrado en la medicina china y la acupuntura. Sus orígenes son antiguos (China, Egipto...), pero su desarrollo y verdadera utilidad apenas tienen unas décadas y ocurrió en Francia.
Nogier identifica un feto en la oreja
y comprueba las correspondencias.
Aunque se utilizan agujas por su precisión y poder energético, técnicamente la auriculopuntura no es acupuntura. Hay una masa energética en la oreja con capacidad para repercutir en todo el cuerpo, pero no se trata de meridianos ni puntos acupunturales al uso. Para la observación del cuerpo hay microsistemas mucho más interesantes que las orejas; sin embargo apenas tienen parangón a la hora de calmar afecciones agudas, ya sean físicas o mentales, como la mencionada ciática o el síndrome de abstinencia en los primeros días tras dejar una adicción.
Estudio del iris con medios informáticos.
American Health Acupuncture.
Las profundas grietas de esta
lengua indican una Deficiencia
de Yin de Estómago severa.
Resumiendo el elaborado esquema de alteraciones energéticas chino, se puede decir que el pulso y la lengua indican hipo o hiperfuncionamiento orgánico y la presencia de patógenos. Estos dos sistemas son complementarios y, tras una confirmación por observación y anamnesis, el acupuntor consigue un diagnóstico preciso. Estos microsistemas no sirven, en cambio, para efectuar la terapia.
Tomando el pulso.
Los pies. El microsistema por excelencia de los terapeutas manuales. La planta de los pies ofrece vagas impresiones sobre el estado de salud, generalmente insuficientes por sí solas, pero tienen un gran potencial como recurso terapéutico. Mediante fuertes presiones con los dedos, nudillos o herramientas específicas se estimula la zona que queramos sanar o vigorizar. Al igual que la auriculopuntura tiene un efecto calmante prácticamente inmediato. Entre 10 y 30 segundos bastan para que desaparezca un dolor agudo por un tiempo breve, que puede ir de un par de horas a unos pocos días según su origen.Apaciguar el dolor de esta forma no soluciona el problema, por supuesto. Pero abre puertas: ningún paciente de tendinitis aguda tolerará que se le masajee la zona, que está hipersensible..., hasta que la adormecemos desde la oreja o el pie y podemos pasar a trabajar realmente el problema con un abordaje local.
La reflexología podal —así se llama la aplicación del microsistema de las plantas de los pies— consigue una acción más penetrante que la de la auriculopuntura. Con buenos conocimientos y sesiones muy frecuentes, se podría tratar cualquier afección física, mental o emocional, crónica o antigua, exclusivamente desde los pies. Esta rama del saber natural es remota y casi universal: se sabe que lo practicaban las antiguas civilizaciones china, griega, egipcia y hindú y los indios del Sur y del Norte de América. Se utilizan las plantas de los pies por comodidad de paciente y terapeuta, pero las palmas de las manos funcionan exactamente igual.
Mapa podal orgánico escueto. Hay mapas musculares, esqueléticos, nerviosos, linfáticos...
Llegados a este punto, la gran pregunta es: ¿cómo es esto posible? Hay numerosos intentos de explicarlo científicamente. Se habla de plexos nerviosos, liberación de endorfinas, efecto en cadena por el sistema de fascias... Lo cierto es que ninguna teoría de este tipo ha dado respuestas completas y totalmente satisfactorias.
La respuesta está en las tradiciones. La explicación filosófica o por qué funcionan los microsistemas está en la metafísica: el taoísmo dice que las leyes de la naturaleza se aplican por igual en todas las escalas, que lo mismo es la parte que el todo, y que el vuelo de una mariposa aquí provoca un huracán allá. La explicación fisiológica, el cómo, se resuelve con los canales o meridianos de energía; estos recorren todo el cuerpo y ponen en contacto todas las áreas unas con otras, hacen posible que la información y los estímulos viajen hasta órganos aparentemente desconectados del microsistema.
Curiosamente (en realidad no tan curiosamente, volviendo a la metafísica), los mapas reflejos de correspondencia orgánica forman imágenes coherentes: todos los microsistemas tienden a contener una imagen ordenada y más o menos reconocible del cuerpo humano: la cabeza, el corazón y los pulmones, los órganos digestivos, los intestinos y riñones, aparato genitourinario, piernas... Suele haber alguna excepción y puntos "desplazados", pero si colocamos un muñeco vacío sobre el mapa reflejo, los órganos reflejados aparecen en su sitio.