Amancio Ortega, las hermanas Koplowitz, la familia Del Pino o los Albertos – Cortina y Alcocer-. ¿Qué tienen en común estas personas? Son ricos. De hecho, la mayoría tienen el privilegio de estar incluidos en la lista de los españoles más ricos de la revistaForbes.
Ahora más que nunca este colectivo está en el punto de mira ante la posibilidad de que el Gobierno les eleve los impuestos. No se descarta que los propios adinerados soliciten ese incremento con el fin de poner su granito de arena.
De hecho, los miembros del Consejo Empresarial de la Competitividad se reúnen hoy y se espera que traten ese tema. Si finalmente se formaliza esa petición, las grandes fortunas españolas seguirían el ejemplo de los millonarios franceses.
Ante tanta expectativa seguro que le han surgido algunas dudas en torno a los ingresos y las obligaciones fiscales de los ricos. Por ejemplo, ¿Cuánto ganan?, ¿Cuántos impuestos pagan? ¿Cobran un salario por ejemplo las hermanas Koplowitz al final de mes?
La mayoría de estos empresarios no cuentan con una nómina. Su riqueza se distribuye en acciones de empresas articuladas a través de las sicavs -sociedades de inversión de los grandes patrimonios -, en obras de arte, vehículos, inmuebles, aviones, barcos, joyas…etcEsa riqueza se llama patrimonio.
Sin embargo, el impuesto que grava ese patrimonio desapareció en 2007, con la idea de que penalizaba más a las clases medias que a las altas. Ahora el Gobierno se plantea resucitar ese gravamen ante la necesidad de ingresar por parte de las arcas públicas. Entonces, ¿los millonarios no pagan impuestos? Sí, pero igual que un mileurista, gracias a la telaraña societaria y fiscal que tejen para pagar menos a Hacienda.
“Un rico no es igual que un trabajador respecto al pago de impuestos porque no tiene unos ingresos regulares”, explica Salvador Faura, portavoz del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha). Las grandes fortunas no tributan el grueso de sus rendimientos por IRPF, añade este experto. De hecho, sólo hay 3.000 personas en España que ingresen más de un millón de euros.
Por ejemplo, una persona con un salario bruto anual de 17.700 euros tiene una retención del IRPF del 28% y, para uno de 32.000 ya sube al 37%. Esa es su obligación fiscal anual. En cambio, los más adinerados prefieren saldar sus cuentas con Hacienda a través de sociedades y no con una nómina.
¿El motivo? Las cifras hablan por sí solas. El Impuesto de Sociedades se sitúa en el 30%, apenas dos puntos más de lo que soporta un mileurista (que podría cobrar esos 17.000 euros) mientras que los salarios superiores a 175.000 euros deben tributar a un 45%. En el caso de las sicavs, que es donde las grandes fortunas tienen su patrimonio, el gravamen es mucho inferior, ya que se paga a Hacienda el 1% de sus resultados.
Las comparaciones no quedan ahí, puesto que pocas empresas pagan realmente un 30% en el Impuesto de Sociedades. Hasta la reciente reforma del Gobierno aprobada hace dos semanas, las compañías que se acogieran al pago aplazado pagaban un tipo medio del 21%. Ahora, las que presenten cifras entre 20 y 60 millones afrontarán un 24% y las de más de 60, un 27%. En ambos casos, menos que el 28% que sufre un mileurista.
Una tributación mínima
Estas sociedades no tributan como una compañía normal porque su filosofía es diferente. “Son sociedades más de gestión que de rendimiento. Los dividendos suelen ser los ingresos”, indica Faura. Para que se haga una idea de la grandeza de estas firmas, la sicav de Alicia Koplowitz, Morinvest, gestiona unos activos por valor de 473 millones de euros, aproximadamente.
Si se eleva la tributación de las sicavs, según el portavoz de Gestha, sería imponer una doble tributación a los beneficios de las empresas. Las compañías ya pagan un impuesto sobre el 30% de sus ganancias. Con el beneficio neto se distribuye un dividendo que se ingresa en la sicav. Si se eleva la tributación al 30% en esos vehículos de inversión, tendríamos un gravamen del 60% sobre el mismo beneficio.
Continuemos con el ejemplo de Alicia Koplowitz. Esta empresaria es la quinta persona más rica del país, según Forbes, con 2.200 millones de fortuna que le atribuye la revista americana en la gestora de fondos Omega Capital y en la sicav Morinvest.
Sendos vehículos sólo tienen que pagar al fisco un 1% de sus resultados anuales. Además, las plusvalías que obtienen por sus inversiones, al ser ahorro, se gravan con un tipo del 19% o el 21%, muy inferior al que soporta un declarante de 17.700 euros.
Soluciones para recaudar más
Una de las maneras de que los ricos pagasen más sería volver a implantar el Impuesto de Patrimonio. Una decisión que está ahora mismo en el tejado del Gobierno. En 2007, las arcas públicas ingresaron cerca de 2.100 millones de euros procedentes del cobro de este gravamen.
Otra sería elevar el tipo impositivo a los que más ganan. El máximo se sitúa en el 45% para las retribuciones superiores a los 175.000 euros. Sin embargo, a juicio, de Faura, este incremento en la carga fiscal no soluciona el problema de déficit de la economía española.
Por ejemplo, en el caso de que se elevaran 5 puntos el gravamen de los asalariados de más de 600.000 euros, Hacienda tendría una recaudación adicional de 90 millones de euros. Algo es algo pero no soluciona el problema de deuda de España.http://kaosenlared.net/
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