Una de las profesiones más peculiares de aquellos tiempos era la del fotógrafo ambulante. Había en ésta respetable profesión en nuestra ciudad acreditados estudios profesionales, pero los fotógrafos más conocidos a nivel popular eran los que hacían fotos al minuto -por eso los llamaban «minuteros»-, que trabajaban en los sitios de más afluencia de turistas y en las celebraciones, como bodas, bautizos, Comuniones, y creo que hoy también en separaciones. De mis tiempos los más conocidos, o los que mejor recuerdo tengo, eran, entre otros, los hermanos Ortega -hijos de la famosa cantante de canciones montañesas, Sara Ortega-.
Otros conocidos eran los hermanos Ojeda, Pedro, Manolo y Agustin-más conocido por Canini-; Caro, Garmendia, Mazo el de los Salesianos, mi amigo Mariano, que luego fue panadero,Baltasar, Vallina, Manolo Palacios, pionero del Judo en Santander y Primitivo García, padre del actual Mariano, superviviente activo de aquellos minuteros, que sigue en los Jardines de Piquío haciendo fotos con el sistema antiguo, metiendo la cabeza debajo del encerado de la máquina.
Kalín Ochoa, El Puetochico que yo conocí
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