¡Los moteros del MidWay, 5, a la venta… y otro día D para Patricia Sutherland!

Los moteros del MidWay, 5. Noticias inesperadas. Menorca. Extras Serie Moteros # 11 ya está a la venta ¡y su autora suma otro día D!

Yessssssss! Otra historia más en mi catálogo, Jera Romance. Una que es especial para mí, ya que es la última novela protagonizada por mi motero favorito de la serie, el irlandés Dylan Mitchell y porque en ella me he permitido abordar un tema difícil como el perdón, y hacerlo como a mí me gusta; desde distintos ángulos. Creo que «todo depende del punto que lo mires» y me encanta cuando una historia me sirve en bandeja la oportunidad de desafiar las ideas preconcebidas que sobre un tema puedan tener las lectoras, dándoles la ocasión de «calzarse otro zapatos» y ver qué tal les sientan.

Y también es otro día D para Patricia Sutherland. El vigésimo quinto ya. ¡Y he sobrevivido, madre mía! Si me sigues, ya sabes que me gusta reflexionar sobre las cosas, y mis días D no se libran. Así que… ¿Qué puedo decir después de haber sobrevivido a veinticinco días de lanzamiento?

Que la ansiedad es un hueso muy duro de roer y puede aguarte la fiesta, si no consigues controlarla.

En mi caso, he descubierto que enfocarme en escribir otra novela es particularmente útil en esos días. Darle a las teclas como si no hubiera un mañana tiene la doble ventaja de poner mi registro de palabras por las nubes y de hacerme olvidar que es un bendito Día D. ¡Mejor imposible!

2. Que la experiencia de cada escritor frente a estos días es única.

Leía estos días en una red social que algunos escritores también suman una cierta tristeza a la ansiedad de los días de lanzamiento. Es el momento de dejarla volar y, por lo tanto, de separarse de unos personajes con quienes han pasado mucho tiempo.

Para mí, en cambio, es un momento de felicidad y de liberación. Felicidad porque solo yo puedo dar vida a mis personajes, contar su historia, y que exista otro día D en mi vida implica que he vuelto a conseguirlo; esa historia ya «es». Liberación porque siempre tengo otras historias empujando, presionándome para que les permita tomar forma real, y poner fin a la novela(*) que tengo entre manos, supone que estas vuelven a estar libres para trabajar en una nueva. ¡Yuppppiiiii!

(*)En el caso de los autores independientes, la frase «poner fin» va mucho más allá de acabar de escribir la historia. Conseguir que un manuscrito se convierta en un libro publicado supone tiempo, dedicación y una cantidad importante de trabajo.

3. Que con el transcurso del tiempo, si trabajas a tu favor, los días D son más llevaderos.

«Trabajar a tu favor» quiere decir hacer más de lo que te beneficia y menos de lo que te perjudica. Da igual cuál sea tu profesión o actividad, todos tenemos que enfrentarnos a nuestros días D. Acumular unos cuantos en tu mochila, te concede un plus de experiencia y cierto «callo» a la hora de lidiar con ellos, pero para lograr marcar una diferencia es necesario poner a funcionar a tope nuestra inteligencia emocional.

Por lo que comento más arriba (*), suelo llegar a los días de lanzamiento con un nivel de cansancio físico y mental importante. Sumar ansiedad al cansancio, riza el rizo en dificultad. Así que a lo largo de los años he ido probando distintas fórmulas y, hasta ahora, esto es lo que me funciona mejor: 1) desconectarme de internet. Todo el trabajo necesario debe estar hecho con anterioridad ya que ese día es el equivalente a un domingo en mi agenda profesional, y 2) enfocarme en escribir ficción. Lo primero me ofrece descanso. Lo segundo me permite crear (¡un estado ideal para todo escritor!) y «olvidarme» de la ansiedad propia de un día de lanzamiento.

Aprendiendo a vivir se va la vida, ¿a que sí?

Los moteros del MidWay, 5. Noticias inesperadas. Menorca ya vuela libre y mi cabecita loca celebra por todo lo alto poder dedicarse de lleno a la siguiente en la secuencia de lectura