Revista Cultura y Ocio
Los movimientos antisistemas nacen de crisis existenciales sociales
Publicado el 06 diciembre 2014 por Wig
Los movimientos antisistemas son una respuesta adaptativa del existencialismo y del marxismo humanista de Jean Paul Sartre. A grosso modo, por supuesto. Cada respuesta adaptativa de cualquier crisis existencial social del pasado tiene sus propias connotaciones que las aparta en sí de las antigua concepciones existencialistas. El Mundo responde a la agresión social por parte de los poderes fácticos que tienden a esclavizar los pensamientos y controlar las acciones de la Sociedad y de los colectivos culturales. Los "Indignados" se globalizan. Y sin embargo todo es una vuelta de tuerca sobre el concepto de las crisis existenciales sociales y del propio individuo dentro ella. La época que vivimos no ayuda demasiado por otra parte. Los agujeros sociales considerados daños colaterales que conlleva la ideología capitalista está llegando a ser una agonía lenta de la población, y la globalización sólo ha servido para acrecentar esas diferencias que empiezan a ser inasumibles. La realidad siempre está avalada por las matemáticas, y los porcentajes de probabilidades mundiales de pobreza y desamparo social hace nacer viejas crisis existenciales de tiempos de cuando las cabezas se cortaban con un hacha oxidada. Y esas ideas se adaptan al presente inmediato. Surgen los enfrentamientos razonables y no tantos, más violentos y sin sentido. Y la actual inopia política internacional parece la antigua jerarquía del absolutimo monárquico en el que el poder provienía directamente de dios. Un dios inmisericorde. Comprender el tema de las crisis existenciales sociales y personales nos sirve para surfear sobre emociones contradictorias que nos alejan de nosotros mismos. La felicidad en cierto modo es como hacer surf sobre olas de emociones incongruentes que no hemos de dejar que nos engullan y nos sumerjan en lo más hondo del océano.