>Irama Herrera*
Los movimientos sociales en Latinoamérica y el Caribe han venido tomando un rol importante en nuestras décadas. Son ellos los que han venido dando una batalla triunfante e importante en nuestros procesos, como portadores de prácticas más autónomas tendientes a “potenciar la capacidad de acción de la sociedad sobre sí misma”, creadores de nuevas identidades con fuerte impacto en el plano simbólico y cultural, una rica multiplicidad de actores y prácticas aparecía ante la lente de los analistas como indicadora de una verdadera transición societal; pero desde el florecimiento de la revolución bolivariana, es donde ha venido sucediendo un resurgir, un novedoso e importante fenómeno de los mismo, que han denominado como “el volcán latinoamericano”. Sin obviar los momentos relevantes que nos han dejado como experiencias los movimientos sociales como “los sin tierra” de Brasil, o el movimiento obrero de Argentina, y los movimientos indígenas de Bolivia, entre otros.
Pero desde 1999 ha venido manifestándose circunstancias interesantes en nuestros países donde manifiestan procesos de transformación, y que han venido repercutiendo en los movimientos sociales. Con el surgir del ALBA-TCP en los países promotores Venezuela y Cuba, y luego sumándose Bolivia, Nicaragua, Ecuador entre otros. Nos brinda la maravillosa oportunidad de conformarse dentro de la estructura organizativa se hace presente un ente relevante para las políticas integracionistas de nuestro conteniente como lo es el “Consejo de Movimientos Sociales”. O como en el hermano país de Ecuador se cuenta con un ministerio de movimientos sociales, y así entre otros diversos países donde conocemos progresistas, se hace considerablemente importante el reconocimiento y validez del rol de los movimientos sociales.
Interrogantes me nacen ante interesante acontecer, como: ¿será necesaria la articulación de los mismos?, ¿sé estará practicando la misma debidamente? ¿La formación en ellos será efectiva? ¿Qué nos diferencia entre nosotros y al resto de los demás continentes? Y la interrogante más importante, como estos procesos novedosos e impactantes para el mundo en nuestro continente: ¿estaremos carentes de nuevas teorías, ante esta majestuosa oportunidad e interesante que nos están brindando todos estos procesos?
Me nace tanto interés por el tema, ya que leyendo y estudiando lo denominado sistema multipolar en nuestro proceso venezolano enmarcado en latinoamerica muy teóricamente el mismo; entre tantos autores muchos me manifiestan a través de sus líneas lo cuan increíble e investigable es el acontecer actual en el “rol de los movimientos sociales en los procesos de cambio en los países latinoamericanos y del Caribe”.
*Fundadora “Jóvenes por el ALBA”.
fundajovenalbahot
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 14 julio a las 17:29
Saludos desde Venezuela......por aca a la orden y gracias por tomar en cuenta el articulo parte I....abrazos Irama Herrera