Revista Libros
Joscelyn Godwin. Macrocosmos, microcosmos y medicina. Los mundos de Robert Fludd.Traducción de María Tabuyo y Agustín López.Imaginatio Vera. Atalanta. Vilaür, 2018.
"Abordar las obras de Robert Fludd (1574-1637) es como explorar un palacio de la memoria de la época renacentista, un edificio del tamaño del Palacio Pitti, en Florencia, o de El Escorial, e igualmente laberíntico y cargado de significado", escribe Joscelyn Godwin en Macrocosmos, microcosmos y medicina. Los mundos de Robert Fludd, que publica Atalanta en su colección Imaginatio Vera, con traducción de María Tabuyo y Agustín López.
Un magnífico volumen en el que Godwin hace un recorrido por la vida y la obra del renacentista inglés Robert Fludd, al que señala como dueño de "un mundo intelectual sin rival en su amplitud y ambición" e integrante de "la corriente de pensamiento a la que Fludd hizo su contribución más permanente: la tradición esotérica, y específicamente la combinación del hermetismo cristiano con las ciencias ocultas."
Lo más llamativo de esta obra monumental, los doscientos grabados minuciosamente explicados por Godwin o por Fludd que recogen la vasta y brillante producción iconográfica de aquel humanista que asumió la herencia pitagórica y el neoplatonismo que fundía paganismo y cristianismo, macrocosmos y microcosmos en una concepción armónica del mundo y del hombre propia del Renacimiento.
Desde una perspectiva en la que se cruzan la filosofía y la imaginación, la ciencia y la magia, Robert Fludd, médico famoso y heterodoxo en Londres, escribió una gran cantidad de tratados en los que abordó los saberes de su tiempo: la música mundana y la geometría, el arte y la astronomía, la creación del mundo y la constitución del hombre, la psicología y la adivinación, la anatomía y la meteorología, el arte de la guerra y el arte de la memoria, la metafísica y la topografía, la técnica pictórica o los instrumentos musicales, la fisonomía y la quiromancia.
Protegido por el rey Jacobo y por su sucesor Carlos I, Fludd defendió la existencia de relaciones piramidales entre el hombre y el cosmos, creyó en las correspondencias entre los órganos humanos y los planetas y no eludió la polémica ni rehuyó la controversia. Defendió sus concepciones cosmológicas y teológicas en debates escritos con Kepler, con el fraile Mersenne y con el sacerdote y astrónomo Gassendi.
En sus obras se tratan todos los aspectos de la realidad: desde lo material a lo espiritual, desde lo científico a lo artístico. Y de esa variedad de saberes y de conocimientos enciclopédicos de Fludd dan cuenta los grabados, que enfocan el entramado de relaciones que unen el macrocosmos y el microcosmos con la sabiduría visual de quien escribió obras muy variadas: una apología de los rosacruces y un tratado teológico y filosófico, libros de alquimia y sabiduría hermética, una historia del macrocosmos y el microcosmos, un tratado de medicina católica o un estudio sobre la música mundana.
Sus escritos abarcaron todas las áreas del conocimiento con enfoques que, como señala Godwin, “ilustran su independencia de la teología cristiana sectaria, su favorable disposición a reconocer la sabiduría dondequiera que la encontrara y su convicción de que la realidad consta de múltiples estados del ser. Estos tres puntos le separan de las preocupaciones filosóficas y teológicas dominantes en su tiempo y en los siglos que siguieron.”
Santos Domínguez