Oesterheld en la época en que trabajaba como geólogoHector Germán Oesterheld nació el 23 de julio de 1919 en Buenos Aires, donde estudió Geología. En 1938-1940 trabajó como becario en Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y luego en la división minera de la Corporación para la Promoción del Intercambio (CPI) antes de aprobar la última asignatura del doctorado en 1946, aunque no llegó a presentar la tesis [1]. Mientras trabajaba como geólogo para el Banco de Crédito Industrial, publicó algunas obras de divulgación científica en la colección Hoy y mañana de Editorial Abril que ponen de manifiesto su interés por la biología [2] y firmó con el pseudónimo de Héctor Sánchez Puyol, incluyendo alguna centrada en el punto donde sus dos grandes inquietudes científicas se unen, la paleontología, como La vida de los animales prehistóricos (1947) o La extraordinaria aventura de la Tierra (1948).
Portada del ilustrador brasileño Eugenio Hirsch (1923-2001) para el libro de OesterheldLa vida de los animales prehistóricos comienza con un relato ambientado en la costa jurásica, donde encontramos diplodocus, ictiosaurios, plesiosaurios y pterosaurios. Una tormenta estalla y pilla desprevenido a un pterodáctilo que termina ahogándose. Sus restos son cubiertos de sedimentos hasta fosilizar. Tras este breve cuento, Oesterheld pasa a describir la historia de la vida sobre la Tierra desde el origen.
En La extraordinaria aventura de la
Tierra explica la importancia de los fósiles como testigos del pasado,
narrando la historia del planeta desde el Paleozoico, incluyendo las
extinciones masivas, hasta la aparición de los homininos (aunque entonces no se
nos conocía aún con ese nombre).
Más allá de la ciencia y de la fantasía #6 (1953)Además, Diego Fracchia (En busca del geólogo olvidado, 2018) atribuye a Oesterheld el siguiente texto divulgativo publicado en la página 18 del quinto número (1953) de la revista Más allá de la ciencia y de la fantasía, de la que el guionista fue uno de sus directores: Hay algunos reptiles capaces de volar, o mejor dicho, de dar grandes saltos planeando con ayuda de membranas que despliegan entre las patas y el cuerpo. Pero, si entre ellos el vuelo es excepción, ocurre lo contrario entre sus descendientes más directos: las aves. En efecto, las aves son parientes muy cercanos de los reptiles; son una rama de éstos, que se especializó en volar. Y entre las aves, la especie que más se parece a sus escamosos antecesores es el pingüino Emperador. Recientes estudios hechos en nuestras Malvinas, con embriones de esos soberbios y elegantes pingüinos, que alcanzan casi un metro de altura, han confirmado que se trata de las aves más primitivas que se conocen. ¡Y tan orgullosos que parecen!
Pero lo que a Oesterheld le gustaba de verdad era escribir historias. Mientras trabajaba para el banco, comenzó publicando cuentos infantiles y luego encontró su lugar como guionista de cómics para Editorial Abril, que se había dado cuenta de su potencial como narrador. Se hizo rápido un nombre en la revista Misterix, con historietas como Bull Rockett (dibuja Paul Campani, 1952) o Sargento Kirk (con Hugo Pratt, 1953), que se llevó a Editorial Frontera, fundada en 1955 junto a su hermano Jorge. Pero su consagración definitiva llegaría con El Eternauta, creada en 1957 junto a Solano López.
El Eternauta (Hora Cero #106, 1959)El 4 de septiembre de 1957 salió a la calle el primer número de la revista de Frontera Hora Cero semanal, tras el éxito obtenido por el mensual del mismo título. Solano López y Oesterheld publicaron en el mismo el debut de una serie de ciencia ficción a la que quisieron imprimir un tono más realista que el de sus anteriores trabajos, poniendo el acento en las reacciones de personas comunes ante el advenimiento de una gran tragedia. Cámbiese la invasión extraterrestre por la de las grandes poderes financieros internacionales y tendremos el contexto necesario para entender el porqué de su tremenda popularidad. El eternauta continuó su andadura durante 106 entregas, concluyendo en septiembre de 1959, tan sólo diez números antes de que la cabecera echara el cierre. La revista anticipó el final con el siguiente texto: “Sí, amigo lector. En el próximo número termina la más sensacional de las historietas publicadas en la Argentina y, tal vez, en el mundo entero. No se lo pierda. Reserve su ejemplar con tiempo” [3]. Es precisamente en las siete páginas de esta última entrega en las que vamos a encontrar la primera incursión de ambos autores en la paleoficción, con una viñeta en la que, tras intentar hacerse con los controles de la cosmo esfera de los invasores, el protagonista acciona la máquina del tiempo que forma parte de su mecanismo y viaja, por un instante, al Mesozoico, antes de acabar en el “Continum 4”.
Billiken #2743 (1972)Solano López volverá a colaborar con Oesterheld en series como Marvo Luna (1971), en la revista Billiken, siendo luego sustituido por José Muñoz, que dibujó un tiranosaurio en el episodio “La estancia fantasma” (1972). En 1976, publicarán una segunda parte [4] de El Eternauta, que el guionista había recreado en 1969 con ilustraciones de Alberto Breccia. Esta secuela –sin dinosaurios– tuvo un enfoque mucho más radical, mostrando al protagonista como un tirano que ignora el valor de la vida humana (incluso de su familia) en la lucha contra el invasor.
Un par de "figuritas" de Platos Voladores al Ataque!!Tras su versión de El Eternauta, Breccia ilustró la colección de cartas coleccionables con textos de Oesterheld Platos Voladores al Ataque!! (1971), inspirada en Mars Attacks!, que incluye diversas tarjetas con dinosaurios. En la número 32, "Guerra superbiológica", Oesterheld narra cómo los platos voladores de Plutón arrojan pequeños animales que recuerdan a lagartijas y, al poco tiempo de respirar la atmósfera terrestre, se transforman en enormes dinosaurios. Arriba tienes las siguientes dos entregas. Finalmente, los dinosaurios serán eliminados por plantas carnívoras aún más gigantescas... aunque alguno consigue zafarse y hará pasar algunos apuros a los protagonistas.
Skorpio #64 (junio de 1980)El 22 de abril de 1977, Oesterheld, que había pasado a la clandestinidad tras su afiliación a Montoneros [5] y enviaba los guiones a través de terceros a la editora, fue secuestrado y desaparecido por la dictadura, que también secuestró y asesinó a cuatro de sus hijas, dos de ellas embarazadas, y tres de sus yernos. Ese mismo año, el hijo de Solano López había comenzado a militar en Montoneros: temiendo por su vida, el dibujante emigró con su familia a España (y luego a Brasil). Ya desaparecido Oesterheld, Ediciones Récord va a publicar una historieta suya (seguramente, póstuma) que plasmó en imágenes Oswal, Galac-Master, que comienza cuando los protagonistas se introducen en otra dimensión a través de pasadizos ocultos en el Museo de Historia Natural, en el que podemos ver esqueletos y reconstrucciones de dinosaurios.
En 1983, Argentina volvió a ser una democracia y la figura de Oesterheld no ha dejado de ser reivindicada como un símbolo. Entre los homenajes más recientes debemos destacar el de Damián E. Pérez y Luciana M. Giachetti, que adscribieron Ciclocardia dalek [6] (Perez y Del Río, 2017), un bivalvo cenozoico, al género Oesterheldia [7]. Por si esto fuera poco, se acaba de publicar (12 octubre de 2025) un nuevo ictiosaurio oftalmosáurido del Titoniense de la Formación Vaca Muerta, en la Pampa Argentina, que atiende por Eternauta patagonica (Campos et al.), un nuevo ejemplo de la permeabilidad entre la cultura popular y la paleontología.
Ictiosaurio oftalmosáurido-----
[1] "Héctor Oesterheld, el joven geólogo que se convirtió en el autor de El Eternauta" (Econo Journal, 05/05/2025)[2] La vida en el fondo del mar (1947), Animales industriosos (1947), Nidos de pájaros (1947), El mundo maravilloso de los insectos (1948) y La aventura del petróleo (1948). [3] Puede sonar a autobombo, pero El Eternauta ha sido traducido y editado en todo el mundo, incluida China, y en 2007, la primera parte fue incorporada como material de lectura en los institutos de secundaria de la provincia de Buenos Aires. La reciente serie de Netflix con Ricardo Darín en el papel de Juan Salvo, actualizada a ritmo de rock gaucho, ha puesto de manifiesto la capacidad de trascender de esta épica serie, que lejos de perder vigor, ha ganado en significación y es aún más admirada cada día que pasa.[4] Existe una tercera parte apócrifa, publicada en 1981 por Alberto Ongaro y Osvaldo Walter Viola “Oswal”, ya que Solano López se desvinculó del proyecto tras unos primeros bocetos. Ricardo Barreiro escribió para Walter Taborda el episodio “Odio cósmico” (1999). Además, Solano López dibujó el primer capítulo del episodio “El perro llamador” (con Sergio Kern, 1982) –continuada por otros dibujantes–, “El mundo arrepentido” (1997) o “El regreso” (2006-2009) con Pablo Maiztegui “Pol” y la breve “El atajo” (2007) con Juan Sasturain. No hemos encontrado aquí dinosaurios en ninguno de estos cómics.[5] Organización guerrillera peronista que combatió a la dictadura. Sobre la militancia de Oesterheld y sus hijas en esta organización, Roca Editorial acaba de publicar en España Los Oesterheld. Vida y tragedia del creador de El Eternauta y su familia, un excepcional trabajo de investigación de las periodistas Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami elaborado a raíz del testimonio de dos centenares de personas que tuvieron relación con los hechos, que ya forma parte de mi biblioteca y recomiendo activamente, aunque el relato de las torturas y asesinatos cometidos por la dictadura del PRN de Videla no son un plato de gusto.[6] Esto de dalek nos recuerda inevitablemente a los extraterrestres antagonistas de Doctor Who.[7] Pérez, D.E. y Giachetti, L.M. (2020). "¿Es Cyclocardia (Conrad) un taxón basura? Explorando la filogenia del género más diverso de Carditidae (Archiheterodonta, Bivalvia)", Paleontología 63 (3): 477–495.
