José María Del Bó (que cambiará luego a Delbo) nació en Buenos Aires en 1933. El colegio no le gustaba, a diferencia de los cómics que traía a casa su padre, que era un gran aficionado a las viñetas, donde podía disfrutar de los superheroes norteamericanos, tal como nos confiesa en esta entrevista.
De adolescente, tomó clases con el pionero del género en Argentina Carlos Clemen, en cuya breve revista Suspenso (1949) debutó a los dieciséis años ilustrando El mundo subterráneo, una historieta de ciencia-ficción de su maestro. Aunque sabemos que Clemen era muy aficionado a los mundos perdidos prehistóricos y éstos abundan bajo la corteza terrestre, no hemos encontrado más que la tira que puedes ver sobre estas líneas, por lo que ignoramos si la serie llegó a incluir algún dinosaurio. El caso es que su padre no lo veía claro y tuvo
que matricularse en derecho, carrera que abandonó un par de años después. Tras regresar del servicio militar, José comienza a colaborar con la
revista Poncho Negro (Editorial Sugestiones, 1953) y luego se lanza al mundo de la autoedición, sin demasiada fortuna. A comienzos de los 60 trabajó para las editoriales Yago o Abril, donde colaboró con Oesterheld, cuyo afán por la autenticidad le dejó una huella perenne que le llevó, por ejemplo, a tener siempre a mano la revista National Geographic para documentarse. Marcha a Brasil y, a su regreso, la inestabilidad política y la crisis económica le acaban decidiendo a emigrar a Estados Unidos, donde llega en 1965.
Los Fab Four y el Bronchial tsoris (Nomen ignotum)
Comenzó dibujando westerns para Charlton Comics y luego empezó a realizar adaptaciones de la gran pantalla para Western Publishing (que publicó sus cómics a través de Dell Comics y, luego, su propio sello: Gold Key), incluyendo la de Yellow Submarine (1968), con guion de
Paul S. Newman. En la escena del filme de George Dunning que transcurre en el “Mar de los Monstruos” encontramos dinosaurios psicodélicos de multiples colores, pero la versión de Newman y Delbo es aún más lisérgica y surrealista: un huevo de saurópodo eclosiona en las manos de Ringo y crece al instante hasta alcanzar su tamaño definitivo.
Cry Monster!" (1971)
En el número #34 (1971) de la revista de Gold Key Boris Karloff Tales of Mystery, José publicó "Cry Monster!", protagonizada por el tiranosáurido Gorgosaurus, al que unos gamberros despiertan de su letargo en el lecho de una laguna. Pero, sobre todo, Delbo destacó en el clásico dinosauriano por excelencia de Western: Turok, Son of Stone.
Turok #79 (1972)
Ya desde su debut en la serie, dejó claro que se tomaba en serio su trabajo y, como hemos comentado arriba, hacía lo posible por documentarse. Así, en “Barrier of the Flesh–Eaters” (1972), José Delbo dibuja una manada completa de Tyrannosaurus con dos dedos, a diferencia de los tres que solían colocarle los dibujantes anteriores, como Bob Fujitani o Jack Sparling; Rex Maxon y Giovinni Ticci terminaron dibujando dos; y Alberto Giolitti o Alberto Todaro alternaron entre dos y tres. Las últimas historias que dibujó fueron “The False Ones” y “The Gift Giver” (1978), aunque su último trabajo para Turok fue “Return from the Dead” (1981), donde entintó el lápiz de Giolitti.
“The Case of the Impossible Crimes!” (1979)
Naturalmente, el trabajo de Delbo acabó llamando la atención de las grandes. Aunque colaboraba con DC desde finales de los 60 (“Hit and Run”, The Spectre #10, 1969), entre 1976 y 1981 será el dibujante titular de la serie por la que, a la postre, es recordado: Wonder Woman. La diosa criada entre las amazonas ha compartido viñetas con dinosaurios en múltiples ocasiones, ya que no hay otro rival más apropiado para estar a la altura de un superhéroe que los gigantes del Mesozoico. Entre las que José ilustró, encontramos “The Case of the Impossible Crimes!” (guión
de Paul Levitz, 1979), donde el invitado es Ceratosaurus, y “Land of the Scaled Gods” o “The Uninvited” (1980), en las que Gerry Conway se trae a los extraterrestres de visita
durante la era Mesozoica. Según cuentan por aquí, hace poco Delbo se sacó un pastón subastando NFTs de la superheroína.
"Totaled!" (1988)
En 1986, Delbo comienza a trabajar para Marvel, donde se encargó de la franquicia Transformers entre 1987 y 1990, otro trabajo que granjeó bastante popularidad. Como sabemos, uno de los principales rivales de este grupo de mechas [1] son los Dinobots, unos autobots [2] del planeta Cybertron (siempre me hizo gracia este nombre, me suena a “ciber-tronquete”) capaces de convertirse en dinosaurios robóticos, liderados por Grimlock quien, por supuesto, se transforma en Tyrannosaurus rex. Delbo dibujó unos cuantos Dinobots en los episodios "Spacehikers" (1987), "Totaled!" (1988) y "Dark Star" (1989), todos con guiones de Bob Budiansky.
Además de ilustrar esta portada para Spider–Man: Adventures in Reading, en 1990 José comenzó a impartir clases de dibujo en la Kubert School of Art de Nueva Jersey, donde permaneció hasta 2005 y conoció a Al Williamson, que se había criado en Colombia y, según Delbo, le confesó que, junto a Alex Raymond, el artista que más le había influido fue el maestro de José, Carlos Clemen.
Wonder Woman #265 (1980)
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[1] Apócope de «mechanic» con que se designan las series de robots gigantescos en Japón.[2] Formas de vida robóticas (¿hay algún biólogo en la sala?).