Tras la II Guerra Mundial, los animadores checos van a revolucionar el panorama del cine de muñecos con sus personales obras a las que se suele aglutinar bajo la etiqueta “Escuela de Praga”. Junto a Jiri Trnka (1912-69), el principal exponente será Karel Zeman (1910-89).
Estudió en Francia, animando un anuncio de jabón en Marsella. De regreso a Checoslovoquia, codirige con Hermina Tyrlova Sueño de Navidad (1943), en la que mezclan actores y títeres, que será reconocida en 1946 en Cannes. Entonces, fundó un estudio en Gottwaldov, donde animó la serie del Sr. Propouk y un puñado de largometrajes. Sus obras más importantes, en las que también mezcla muñecos y actores, fueron producidas entre 1955 y 1970, tomando en su mayoría por inspiración la obra de Julio Verne. Después volvió la mirada hacia formas de animación más tradicionales, como los cuentos, ya sin actores.
Cesta do pravĕku (Viaje a la prehistoria, 1955) fue reconocida en los festivales de Venecia y Mannheim, y narra el periplo de cuatro chicos que navegan por un “río del tiempo” que atraviesa una cueva y les lleva a un mundo oculto, más primitivo a medida que avanzan en su recorrido. Está basada libremente en Viaje al centro de la Tierra (1864, Verne) y recuerda también a Plutonia (1915, Vladimir Obruchev), en la que un grupo de exploradores rusos recorre un río que atraviesa épocas geológicas distintas, o El mundo perdido (1912, Arthur Conan Doyle).
Cesta do pravĕku, portada de un programa de cine en cuatro idiomas, sin fecha, ilustrada por Zdenek Burian
Visualmente, el filme fue influenciado por las reconstrucciones realizadas bajo la dirección de su compatriota, el paleontólogo Josef Augusta (1903-68), por el también checo Zdenĕk Burian (1905-81). Como vemos, ambos eran contemporáneos de Zeman. Asimismo, es posible rastrear el influjo de la muda The lost World (1925), según el clásico de Conan Doyle, en la pelea al atardecer entre un estegosaurio y un ceratosaurio, únicos dinosaurios que no parecen sacados de ninguna ilustración de Burian.
Zeman utilizó modelos en miniatura y más grandes (incluido un estegosaurio muerto a tamaño natural del que parece heredero el triceratops enfermo de Jurassic Park) y perfiles en 2D. En muchos casos, las maquetas se movían por resortes ocultos en tiempo real, sin necesidad de stop-motion.
Preparando al estegosaurio
Rodando
La escena final
El otro filme que interesa a los fines de nuestro blog es Na cometĕ (En el cometa, 1970), fantasía antibélica basada en Héctor Servadac (1877, Verne), en la que un grupo de dinosaurios arrasan una ciudad… hasta que el héroe los ahuyenta con una raqueta a base de cacerolas y sartenes, herramientas por las que el alto mando decide finalmente sustituir sus inútiles cañones.
Na cometĕ: llegan los dinosaurios
Na cometĕ: El hombre y la bestia
En Barón Prášil (1961), sobre el Barón de Munchausen de Göttfired Bürger, no hay dinosaurios pero sí bestias descomunales que los evocan.
Un ave (o sea, un dinosaurio, a fin de cuentas) de dimensiones mesozoicas acosa al Barón Prášil
La obra de Zeman influyó decisivamente en la de su compatriota, el animador Jan Švankmajer (1934), así como en los norteamericanos Terry Gilliam [1] (1940), Tim Burton o Wes Anderson, y el propio Ray Harryhausen reconocía en entrevistas su admiración por el checo. En 2012 se inauguró en Saská 3, muy cerca del Museo Franz Kafka, el Museo Karel Zeman, cuya visita os recomendamos si os acercáis a Praga.
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[1] "Hizo lo que todavía estoy tratando de hacer, que es tratar de combinar acción en vivo con animación. Sus fondos al estilo de Doré eran maravillosos". Gilliam, T.: Terry Gilliam: Interviews (2004), Jackson University Press. pp. 132–133.