Revista Viajes
Hola, buenas gentes, que tenéis la paciencia y los ánimos necesarios para seguir las andanzas de éste, vuestro aburrido bloguero. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace ya casi dos meses que no he tenido el atrevimiento y la osadía necesarios para contaros mis tremebundas aventuras, algo así como las de Don Furcio Buscabollos (1). Pero, en fin, os aclaro que me he pasado el verano en Andalucía. En Sabinillas, en concreto. Ahora, ahora os explico eso, no se me pongáis nerviosos.
Antes de empezar a contaros mis tontunas, tengo que deciros que Durante la última semana de estancia, hemos visto muy de cerca el incendio de Sierra Bermeja, que está al lado. Eso me ha dejado profundamente triste. Aunque ahora, encima, explota el volcán de La Palma. No vivimos para sustos.
La Sierra Bermeja se veía así desde Manilva, antes del incendio.
Para aclarar las cosas, os pongo un mapa de la zona:
Sabinillas, cuyo nombre oficial es "San Luis de Sabinillas", es la playa de Manilva, que está a un par de kilómetros monte arriba. Es un pueblo de pescadores, aunque según parece empezó en el siglo XIX como una zona de ingenios moledores de caña de azúcar. Si queréis saber más sobre eso, podéis pinchar aquí.
El nombre, es curioso, aunque no he encontrado quién me lo explique, está dedicado a San Luis, rey de Francia. La parroquia es pequeñita y molona, como se ve:
Y ya voy entrando en materia sobre los mosaicos. El primero que se encuentra es a la entrada del pueblo:
Pero antes, os vais, queridos, a tragar un par de fotos sobre los otros dos barrios del pueblo:
El Puerto de la Duquesa:
Y el Castillo de la Duquesa:
La Duquesa, mira tú por donde, era la Duquesa de Arcos. Egregio nombre del cual se han producido un montón de retoños, incluidos cuchilleros de Albacete e incluso algún elemento que vive en Bruselas haciendo pendejadas.
Pero volvamos a los mosaicos. Sabinillas está llena de mosaicos de cerámica, como este, a la entrada del Colegio:
O estos, dedicados a los pescadores, como homenaje a la gente que le da vida al pueblo:
El que os he puesto en el encabezamiento de este artículo, es una maravilla. Es un mosaico basado en "Los corceles de Neptuno" de Walter Craene, pero todos ellos están firmados por Conchi Ferrer, una verdadera artista. También en El Castillo hay mosaicos, como en estos bancos:
En Sabinillas, además, Todas las calles que dan al paseo marítimo tiene nombres de pintores, y en todas ellas, hay mosaicos dedicados a ellos:
La calle Picasso, tiene varios mosaicos:
Pero, como podéis ver, cada calle tiene su pintor y su mosaico:
Entre la calle Picasso y la calle Duquesa de Arcos, está la mejor heladería del Sur de España, por no decir de Europa, qué rayos: "Da Vinci":
Una maravilla. Hay días en verano que hay cola para entrar, incluso a media noche. En el interior, os recibe otro mosaico de Conchi Ferrer:
Además, para mis queridos amigotes del otro lado del Atlántico, en el mostrador hay un interesante consejo:
Ya me diréis si no es un buen consejo, porque no hay que mezclar diversos placeres. Si estás a helados, estás a helados.
Los murales de cerámica trepan, trepan hasta Manilva, donde hay uno magnífico dedicado a la vendimia:
Y ahora, os cuento que el cuatro de Septiembre se celebró en esa plaza la fiesta de la Vendimia:
Si Sabinillas vive de los pescadores (y de los turistas, que todo hay que decirlo, aunque vuestro amado bloguero sea uno de ellos), Manilva vive de la viña. Por eso, la fiesta fue esplendorosa, a pesar de que todos íbamos con mascarillas. Se dieron premios a los mejores cosechadores de uvas, se oyó música, se bebió vino. Lo pasamos muy bien:
En un lagar, en la misma plaza, se pisó la primera uva de 2021:
Bueno, colegas, coleguitas, colegotas, ya os he contado lo principal. Ahora me voy a cenar. Llevo una semana en Bruselas ¡Y todavía no ha llovido! no quepo en mí de satisfacción.
Besotes, besines, besazos, abrazos generalizados.
(1) Don Furcio Buscabollos es un personaje del Pulgarcito. Si queréis más datos, pinchad aquí