No me he dado cuenta hasta ahora, seguramente porque no he leído suficientes cómics del Capitán América, pero los estadounidenses hoy no son nazis porque derrotaron a los nazis. Lo que se desprende de los cómics Marvel es que aquellos viven con el miedo de convertirse en fascistas alemanes en cualquier momento. O sus vecinos nazis son numerosos o un político nazi lo tiene fácil para ganar en EEUU. Así, el Capitán América está, en realidad, para recordar que fueron los buenos porque si lo llegan a olvidar caerían rápidamente en el fascismo. Lo que en verdad hace este superhéroe es mantener en el capullo al mal que habita en los corazones y mentes de los estadounidenses de bien recordándoles constantemente que derrotaron a los nazis, que fueron héroes pese a que su Estado no era mucho menos racista, antisemita, homófobo, conservador, machista y anticomunista que la Alemania nazi. El éxito de Marvel indica que hay algo de verdad en quesa victoria es lo único que consigue mantener a raya al monstruo que habita en esos americanos. Deste modo el superhéroe de las alitas representa más bien la democracia liberal que otras cosas o valores.

Este mediocre cómic, que pese al título está protagonizado por el Capi y su supervillano es Cráneo Rojo, es lo que me ha hecho caer del caballo. Su historia es tópica así que es previsible, por eso sólo he pillado la mitad final, lo que tiene haber leído mil historias es que para seguir la trama no necesitas leer los principios de las manidas protagonizadas por personajes conocidos, y por Acuña. Este me parece un dibujante impresionante y su estilo seudopictórico alcanza todo su potencial en entornos urbanos y futuristas como el lugar donde ocurre esta historia. No obstante, este no es uno de sus mejores trabajos, en parte porque el guión no le deja lucirse, pero es notable. El problema desta miniserie viene de que es un refrito confeso ya que imita a Dark Knight III, de ahí el superprotagonismo del Capi, menos Iron Man los Vengatas aquí son atrezo, y copia a la épica La última historia de Los Vengadores, y seguro que muchas más historias similares que no tengo frescas. Ha tardado tanto en salir por temas editoriales y ha visto la luz sólo porque el trabajo estaba hecho y pagado.
Pese a su mammonismo este cómic no tiene mala premisa, es morralla porque nadie quiso aportar originalidad y profundidad. Acuña no se merecía este trabajo puramente alimenticio a nivel empresarial, editorial y guionístico. Pese a lo dicho, aquí el nazismo no está bien metido de modo que es un poco arbitrario el que el villano sea Cráneo Rojo, a la postre es un aspirante a dictador mundial genérico al que sólo se opone en off otro un poco más singular, Doom, pero al menos esta iteración es original en que no tira del racismo y del belicismo. El asunto es que en un futuro próximo, ponle una década, Ultrón (que aparece sólo para dejar en mal lugar a Pym a quien no se le deja defenderse) provocó una guerra entre los superhéroes y los supervillanos que arrasó Boston y por ello los estadounidenses decidieron acabar con los superpoderosos ofreciendo así la oportunidad al villano nazi para medrar. Entonces, tras 2 décadas de propaganda posmoderna, es decir, no repitiendo mil veces una mentira sino diciendo a cada grupo social lo que quiere oír, insistiendo en que la era superheroica era el caos pese a que libertad y orden son incompatibles, y trayendo prosperidad y seguridad a los estadounidenses burgueses mediante la explotación oculta de los otros, Cráneo Rojo entiende que ha llegado el momento de convertir EEUU en una dictadura nazi. Así pues aquí no hay humillación, pobreza y frustración sino todo lo contrario, los que viven bien no están dispuestos a dejar de hacerlo para que otros vivan mejor. El típico egoísmo yanki. La insolidaridad que mantiene a raya el Estado de Bienestar (que es cierto que no es la panacea porque en democracia se convierte en una herramienta populista) y el nacionalismo que los hace manipulables y xenófobos. Aquí la novedad es que se reconoce que la masa es rebaño, no quiere saber y siempre busca un pastor. Se deja comprar por el que la da prebendas y la dice que la protege del lobo. Este es el desafío del Capi. Pocos quieren hacer lo correcto si (creen que) ganan más siendo egoístas. Esto es así porque para Zdarsky Cráneo Rojo es ante todo un megalómano. Por eso aquí el nazismo es egoísmo. Cráneo Rojo está a punto de triunfar porquentiende al estadounidense adulto medio, la propaganda sólo puede triunfar así, lo importante no es la realidad sino las creencias porque la masa no es suspicaz y analítica y está desinformada, algo que no hace ningún superhéroe, en especial el Capi, que representa lo contrario de una oveja, que no es el lobo sino el héroe, el que sesfuerza y arriesga por puro altruismo. El error fatal de Zdarsky es que pinta a los superhéroes como padres protectores y estos son muy similares a los pastores así que no diferencia lo suficiente a los buenos de los malos. Los primeros son más amables y liberales pero también producen masa aburguesada. Quizás no habría problema si Zdarsky hubiese descrito mejor el plan del villano, Cránero Rojo parece pensar que la amenaza al bienestar produce fascismo, y a este EEUU extersionador (o me pagas o te lanzó todo mi complejo industrial-militar o Hulk y Iron Man, por eso estos personajes mueren). Como no es así al final Cráneo Rojo pierde porque Loki quiere, y como su hueco lo vuelve a ocupar el Capi, el monstruo nazi que hay en cada estadounidense adulto medio se vuelve a dormir de modo que EEUU acepta autolimitar su egoísmo. Por eso la historia acaba estrellándose. Aceptar un papi bueno en vez de un pastor no es un gran final. Pero la mitomanía yanki y el negocio de marcas siempre han de ganar. Así, aquí, como es normal en la ficción de EEUU, los estadounidenses hacen los que les dicen por lo que todo depende de su líder, si es malo hacen el mal y si es bueno hacen el bien. La realidad es así. La masa es como su líder quiere que sea. Pero este cómic trata de ser crítico con la actitud burguesa de rebaño así que fracasa por encumbrar lo que pretende combatir. La gente no es más libre bajo un dictador benévolo que bajo uno megalómano. Este obliga a hacer lo que quiere pero el otro no deja hacer lo que le disgusta. No hay diferencia esencial entre obedecer al padre o al pastor. Si el Capi actúa por su cuenta no se diferencia esencialmente de Cráneo Rojo. Por eso el error de Zdarsky es hacer que el primero use la fuerza unilateralmente porque su bondad no puede con la propaganda ya que desa manera se asemeja a su opuesto: se impone mediante su poder. Cráneo Rojo va a emplear la fuerza para dar un autogolpe de Estado y el Capi usa la fuerza para destruir al villano mientras está delinquiendo, ninguno actúa por petición de la masa. Si la democracia es lo correcto entonces el Capi está mal escrito. Él debe ayudar, no proteger. Por eso el final desta miniserie es una monarquía. Al Capi le sucede el hijo de Iron Man y Avispa porque por lo visto en el Universo Marvel la bondad es genética, por eso sólo sencuentra en la aristocracia. La dificultad aquí es que el héroe es incompatible con el pueblo, Atenas dejó de ser una democracia cuando dejó de mandar al ostracismo a sus héroes, y Roma dejó de ser una república cuando pasó de dominar a sus héroes a idolatrarlos. Al final EEUU es protonazi porque es masa, siguen al líder en vez de hacer queste le siga. Aquí no se ve a un estadounidense del montón protestar activamente porque su bienestar depende de la injusticia y el sufrimiento de los otros y siempre se les ve delegar todo en los que creen buenos, antes al Capi porque había vencido a los nazis, luego al alter ego de Cráneo Rojo porque les daba cosas en vez de sermones, y vuelta al Capi sólo porque la vía fácil se ha comprobado que era mera ilusión. Son crédulos y no quieren hacerse preguntas y por eso han de ser tutelados. Esto no es una victoria del Capi sino su derrota así questa historia es fallida. Este cómic, para dar la lección que quería, tenía que haber hecho que el pueblo tomase la iniciativa, que el héroe lograse lo que la comunidad quiere pero no puede conseguir por sí misma, en vez de ser un Cráneo Rojo más presentable a nuestra subjetividad. Aquí, como Franco, el Capi vence pero no convence. Los estadounidenses de Vengadores: Crespúsculo no se arrepienten o reaccionan, se arrodillan ante el nuevo führer simplemente porque el anterior les ha demostrado que no era tan bondadoso como ellos creían y ha muerto. Si todo pasa por los héroes, si el pueblo es rebaño, Cráneo Rojo jefe de los patriotas y aprobado por los burgueses no es el villano apropiado. Este puede ser el Joker del Capi pero no representa lo mismo. Como no estoy puesto en este superhéroe no sé cuál habría sido el villano adecuado para una imitación del Caballero oscuro protagonizada por él.
