Los negacionistas del cambio climático no deben gobernar ningún país
500.000 hectáreas quemadas en dos semanas an la Amazonia.
5.4 millones de hectáreas de bosques quemados en Siberia.
Groenlandia, Alaska, y en España, Gran Canaria y Tenerife.
El mes de Julio mas caliente de la historia, en 2019, y uno de los años mas secos y calientes, junto a la necedad y estupidez sin límites de gente retrógrada con una inteligencia que compite con la de un mosquito, y que forman parte de los gobiernos mas relevantes del mundo. Todo eso hacen que la vida en la tierra esté un poco mas cerca de desaparecer.
La cantidad de vegetación desaparecida este año tendrá consecuencias inmediatas sobre la producción de oxígeno a nivel global, y acelerará aún mas el calentamiento global.
No tengo claro para qué sirve la ONU si en una situación en que la vida de toda la humanidad y las próximas generaciones está en juego y no mueve un dedo.
Algún día llegará que la legalidad internacional condene a la pena máxima a los dirigentes públicos que nieguen el cambio climático, o legislen contra medidas que intenten paliarlo.
El motivo es evidente, lo que hace Bolsonaro en la Amazonia tiene repercusión sobre la vida en la tierra en el futuro. De seguir así, Bolsonaro, Trump, Putin, Salvini, Le Pen, Macri, y partidos como Alternative für Deutschland, Liga Norte o el PP-Ciudadanos-VOX en España, serán culpable del genocidio de todas las futuras generaciones y del exterminio de toda forma de vida en la Tierra.
Es así de grave, la disminución de la producción de oxígeno por la desaparición de la vegetación en la Amazonia, Siberia o Alaska, y la desaparición de las algas de los ocenaos por el incremento de temperaturas, tendrá como resultado la lenta muerte agónica de la especie humana, y de otras muchas especies.
Cuando sea irreversible, tal vez entonces, la ONU haga algo para proteger a la humanidad. Cosa que nunca ha hecho.
En España tenemos lo nuestro también, todos recordamos a Rajoy comentando que su primo científico decía que el cambio climático no existe, o a Santiago Abascal diciendo que es un invento de la izquierda, Almeida y el PP de Madrid con su batalla contra Madrid Central que finalmente no han podido retirar por ir contra la legalidad internacional en materia de reducción de la contaminación, y que, solo intentarlo costará a España una buena multa impuesta por la UE.
La estupidez no tiene nacionalidad.
Por tanto, hoy hay que pedir con fuerza la dimisión de Bolsonaro, que no solo está dejando arder la Amazonia sin hacer nada, sino que está acusando a ONGs, o incluso a cualquier líder que critique su inacción, como Macron o como el gobierno de Irlanda.
Bolsonaro solo ha traído desgracias a Brasil desde que entró al gobierno, tantas como Trump a USA.
Tal vez los brasileños quisieran hacerse el harakiri votando a un militar con la inteligencia de una ameba, y los yankis lo propio con Trump, como otros muchos países hacen lo mismo, pero el resto de la humanidad, la actual y la venidera, no tiene que pagar por ello.
No es una cuestión interna de Brasil, como pretende Bolsonaro, es una cuestión internacional de gran importancia.
Por tanto, la legalidad internacional tiene que acabar con esto inmediatamente.
Se avecina una crisis con unas condiciones jamás vividas en la historia
Jóvenes contra el cambio climático
Ola de calor y el cambio climático: Pérdidas humanas, ecológicas y económicas.