Los niños del cura (2013)

Valoración: Note: There is a rating embedded within this post, please visit this post to rate it.

Don Fabijan (Kresimir Mikic) es un joven sacerdote que ejerce su misión evangelizadora en una pequeña isla del Adriático que nadie conoce. Su principal preocupación es aumentar la población de la isla, y no se le ocurre otra cosa que pinchar condones antes de que salgan a la venta. Para ello aúna esfuerzos con el agente Petar (Niksa Butijer) y con la farmacéutica Marija (Marija Skaricic). Pero esta triquiñuela tendrá consecuencias devastadoras para los habitantes de la isla. Que Dios les pille confesados.

Calificación: 6,546.

Tráiler de la Película

Ficha

Título Original: Svecenikova djeca.
Director: Vinko Bresan.
Guionistas: Vinko Bresan, Mate Matisic.
Actores: Kresimir Mikic, Niksa Butijer, Marija Skaricic, Inge Appelt, Petar Atanasoski, Ana Begic, Mile Blazevic, Goran Bogdan, Zdenko Botic, Niko Bresan, Vinko Bresan, Ivan Brkic, Dusan Bucan, Senka Bulic, Nika Burdjelez.
Productor: Ivan Maloca.
Fotografía: Mirko Pivcevic.
Música: Mate Matisic.
Montaje: Sandra Botica.
Diseño de Producción: Damir Gabelica.
Diseño de Vestuario: Zeljka Franulovic.
Países: Croacia, Serbia.
Lugares de Rodaje: Croacia.
Fechas de Rodaje:
Año: 2013.
Duración: 96 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Comedia, Drama.
Estreno: 07-11-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: Kiss Comunicació, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 1.399.
Recaudación: 8.593,81 €.
Visitas: 0.

Crítica

10-11-2014 – JOSU EGUREN

Los caminos del Señor

Todavía queda por decidir si la identidad de “Los niños del cura” le debe más a su director, Vinko Bresan, o a su particular contexto socio-político-geográfico, dadas las extraordinarias similitudes de esta comedia enclavada en una pequeña isla croata de la costa dálmata con las que han brotado en cinematografías tan distantes como la cubana (“El cuerno de la abundancia”, Juan Carlos Tabío, 2008), la franco-palestina (“Un cerdo en Gaza”, Sylvain Estibal, 2011), la israelí (“La banda nos visita”, Eran Kolirin, 2007) o, remontándonos en el tiempo, con las que abundan en las filmografías de Luis Berlanga y Alberto Sordi. Por si fuera poco, en la banda sonora de la película destaca la voz de una trompeta que el oído asocia inmediatamente con la obra Emir Kusturica (“El tiempo de los gitanos”, 1988), haciendo aún más complejo discernir en qué punto pesarán menos las referencias externas que la voluntad de su director. La distancia que media hasta el descubrimiento de Bresan es ardua e implica un giro dramático de 359 grados a lo que asoma siendo una comedia que bajo la sotana del humor costumbrista terminará arropando una crítica a las peligrosas ensoñaciones de los nacionalismos balcánicos. Lo más cómodo es dejarse llevar por los enredos cómicos en los que se ve atrapada la troupe de feligreses de un sacerdote que decide cuadrar la contabilidad de nacimientos y defunciones más por beneficio propio (la envidia y la lujuria imaginaria son algunos de sus muchos pecados) que honrando la doctrina de Juan Pablo II, quien en una de sus más felices ocurrencias llegó a afirmar que los anticonceptivos representan una blasfemia contra Dios. Lo más incómodo pasa por dejarse alcanzar por el poso trágico que se filtra a través de unas imágenes que desnudan el ridículo de las políticas mundanas de la Iglesia católica. “Los niños del cura” no termina como debería –en celebración del baby boom inducido por las fuerzas vivas del pueblo–, y eso es lo mejor y más saludable que puede decirse a su favor.