Durante mucho tiempo se debatió si existía o no tal trastorno en los niños hasta que finalmente en la actualidad se considera que la depresión es un trastorno del estado del ánimo que se puede dar en cualquier edad.
Es cierto que nadie espera que un niño esté deprimido. Todos deseamos que durante este periodo, la infancia, nuestros hijos se muestren felices y despreocupados. Pero la verdad es que hay niños que lo pasan mal, que caen en un estado de ánimo negativo y muchos casos no son detectados a tiempo. La depresión se instala en ellos y vemos como se comportan de un modo inadecuado pero lo achacamos a un mal comportamiento, a una falta de atención o a un nulo esfuerzo en el colegio, todo menos admitir que nuestro hijo está deprimido.
Los niños también se deprimen, reconozcámoslo. La depresión en los niños es real. Y no hay mejor prevención que la información. la mejor forma de evitar la depresión en los niños es reconocer su existencia e identificar a estos niños que la padecen.
Es cierto que las alteraciones emocionales en los niños son muchas veces difíciles de detectar, los niños son muy inestables emocionalmente: tan pronto están tristes como de repente dan un salto de alegría al ver algo que les entusiasma. Cierto que las características particulares de las emociones infantiles nos lo ponen muy difícil para detectar si nuestro hijo está pasando por un mal momento, y como estamos acostumbrados a esos cambios bruscos en su estado de ánimo cuando les vemos decaídos solemos pensar que ya se le pasará. No siempre es así.
La depresión es una alteración emocional que consiste en mantener un estado emocional negativo desde el que se contemplan las cosas y se las deforma, considerando que todo es triste, complicado y falto de interés.
Ante esta definición es posible que algunos padres empecemos a ver con otros ojos a nuestros hijos. Es posible que ahora comprendamos un poco mejor su negatividad, sus resoplidos, su falta de confianza en sí mismo a la hora de realizar cualquier cosa que se le pida. Esto no quiere decir que esté deprimido pero si que debemos estar alerta.
Un niño que empieza a :
- mostrarse negativo,
- que todo le parece difícil,
- que no confía en sí mismo,
- que lloriquea,
- que está desganado, apático,
- tiene mucho sueño o le resulta difícil conciliarlo,
- que está falto de energía, se le ve abatido, o todo lo contrario hay una alteración motríz, está sobreexcitado.
- ...
Si bien es cierto que existen etapas en las que los niños muestran una actitud más negativa a todo, lo cierto es que cuando se combinan varios síntomas como lo que he descrito más arriba y perduran en el tiempo deberíamos preguntarnos si realmente todo está bien.
En el siguiente artículo hablaremos sobre cómo saber si nuestro hijo está deprimido y cuáles pueden ser las causas de la depresión infantil.
Fuente: Cómo tratar los problemas de conducta en el niño. Guía práctica para detetar y afrontar los trastornos emocionales.Guido Aguilar. Ed. Trillas.
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