Revista Infancia

Los niños y su salud (I)

Por Jmburson @jmburson

Los niños y su salud en la Sociedad del Conocimiento (I)
A propósito de la nueva ley de salud pública de Andalucía.
Recientemente se acaba de publicar la nueva Ley de salud pública de Andalucía en la que hemos tenido la oportunidad de colaborar, y con justificación a la misma me gustaría propiciar unas reflexiones que nos ayude a comprender como va evolucionar la salud de nuestros niños en las sociedades futuras. Partamos de unas reflexiones de contexto extraída de un artículo que presentamos en la revista e-salud.
Los niños y su salud (I)La noción de salud alcanza a comienzo del Siglo XXI un enfoque amplio y profundo, se supera el reduccionismo de la privación de enfermedad para comprender aspectos que van más allá de la salud e incluso del bienestar, hasta alcanzar las cotas de la plenitud personal. Hoy día abordamos la realidad humano a nivel bio-psico-social y como nos explica Guilles Lipovestky en La felicidad paradójica, para el hombre moderno: "Se concibe el bienestar como la búsqueda del equilibrio interior, la armonía del cuerpo y el espíritu, la expansión y profundización de la conciencia". Las tendencias anuncian un nuevo posicionamiento proactivo de anticipación y mejora del funcionamiento fisiológico de las personas, recordando la pirámide del desarrollo humano de Abraham Maslow (“El hombre autorealizado”) que coronaba la figura con el desenvolvimiento de las capacidades de cada ser humano. Este contexto extensivo de la noción de salud y bienestar personal, entendida  como la manera de vivir de cada persona, exige, sin lugar a duda, un elevado nivel de compromiso de las personas y la sociedad. El tradicional rol protector y organizador de la función sanitaria en manos de los poderes públicos no es aceptable frente a una población que se siente coproductora de su salud y coparticipe con los profesionales de la administración de la asistencia sanitaria. Para nuestros niños, su salud es un elemento capital de su vida, y cada vez más exigirá el control de los elementos que inciden en la misma. El hombre de la Sociedad del Conocimiento cuida su salud y adapta sus estilos de vida y contextos ambientales a las exigencias sanitarias.
Estas tendencias llevan tiempo larvadas aún en nuestros escenarios sociales, si bien se hayan incrustadas en la cultura del hombre moderno en red, que comprende que los niveles de interdependencia entre sus vidas es muy intenso, y que en los territorios sociales se juegan  muchos ingredientes de su bienestar personal. Los nuevos contextos sociales exigen que profundicemos en nuestra sociabilidad y competencias empáticas, y nos hacen más cosmopolitas  y más abiertos a los otros, ello conecta con los modelos de civilización empática que nos explica Jeremy Rifkin; conforme a sus razonamientos el hiperindividualismo del hombre moderno nos arrastra a una sociabilidad extrema impulsado por un sentimiento de vulnerabilidad e inseguridad que nos desorienta y nos conduce a un individualismo relacional que nos conecta colectivamente en una sociedad plural, abierta y desestructurada. Las sociedades basadas en el conocimiento muestran niveles más altos de extensión empática. Estos cambios sociales que se están produciendo promueven nuevos escenarios sociales caracterizados por el fortalecimiento de la autonomía de la voluntad individual y la incorporación a la autonomía colectiva, que repercuten intensamente en la forma de administrar la política y los asuntos públicos.
En los nuevos contextos sanitarios de los niños en el futuro se valora la salud como un derecho humano de primer orden, como un componente esencial del bienestar, como un bien público a nivel global y como un elemento de justicia social (La gobernanza para la salud en el Siglo XXI), y de este modo el valor salud se convierte en un valor irrenunciable en las nuevas sociedades del conocimiento. Sobre la salud nos desenvolvemos en un territorio muy sensible para los ciudadanos proactivos que comienzan a tomar conciencia de la importancia de la responsabilidad compartida y que exigen formar parte de su proceso de co-producción.
Para los niños la salud es lo primero, y además tendrán que enfrentar grandes retos.
Ley de Salud Pública de Andalucía


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