Los niveles de glóbulos blancos en sangre deben estar ubi...

Los niveles de glóbulos blancos en sangre deben estar ubicados en ciertos límites para que el organismo tenga un funcionamiento adecuado. En casos particulares, sin embargo, puede tener lugar una producción exacerbada de estos componentes del flujo sanguíneo con consecuencias nocivas. La leucemia granulocítica (también conocida por el nombre de leucemia mieloide) es una enfermedad que se caracteriza por una mayor producción de glóbulos blancos a nivel de la médula ósea.

El origen de la leucemia granulocítica siempre involucra a células inmaduras conocidas como “blastos”. Cuando los blastos empiezan a transformarse en granulocitos (o leucocitos polimorfonucleares) y no alcanzan el nivel de maduración necesario empiezan a acumularse en el torrente sanguíneo de forma excesiva, apareciendo en la sangre de la persona afectada. Como las células que se transportan de forma usual en los casos de leucemia poseen un cromosoma anómalo (conocido como “cromosoma Filadelfia”) se originan diferentes problemas de salud que deben ser tratados a tiempo.

La manifestación de la leucemia se presenta a distintos niveles según la fase particular de la enfermedad de que se trate (tiene una fase crónica –que se suele extender a lo largo de varios meses o años, una fase más acelerada y el período blástico). Los primeros síntomas de esta enfermedad son una sensación de gran cansancio interno, pérdida del apetito, sudoración nocturna, fiebre persistente e inflamación del bazo. El diagnóstico final se hace a través de un análisis de sangre.

Si bien los tratamientos clásicos de la leucemia incluyen técnicas como la quimioterapia, la radioterapia y el uso de fármacos (también se puede probar un trasplante de médula ósea), existen otras alternativas más naturales y con menores efectos secundarios (entre ellas el método Gerson, abordajes naturistas y remedios naturales). Por ello, antes de iniciar un tratamiento invasivo es importante conocer todas las alternativas disponibles.