Este año no hay lista de propósitos para el nuevo año. He decidido no marcarme ni pedirme más de lo que ya habitualmente me pido (que no es poco). Dejarlo por escrito da más peso y fuerza a las cosas y bastante presión nos ejercemos ya a menudo mentalmente como para darle un extra de poder.
Respecto a los del año pasado, he de decir que me satisface que algunos se hayan cumplido y lo hayan hecho de forma natural, surgiendo sin forzarlos. Así es como debería ser. Durante el 2014 me he centrado en algunas cosas que sucedieron y que me llenan y satisfacen. Me preocupé por mi salud que en algunos (o bastantes) momentos estuvo floja. Hay cosas que mejoraron, otras aún siguen tambaleándose pero no será por esfuerzo. Quizá en 2015 descubra qué carajo me pasa en la barriga y el estómago y pueda vivir un poco mejor! Y todo lo que ya mejoró, que siga haciéndolo, siempre podemos estar un poquito mejor!
Otra de las grandes cosas que pasaron en 2014 y que verán la luz en 2015 (era una de mis grandes metas aunque he de reconocer que nunca pensé que se tradujeran así y con esta magnitud que me enorgullece y satisface aunque a menudo de miedo y mucho respeto) es el proyecto de la nueva casa. Sin duda eso será un gran cambio, espero que plagado de buenas cosas (y mucha luz…).
A menudo la vida es eso que pasa mientras tu haces otros planes. Cuántas veces habremos oído esta frase, pero es verdad… “Yo quiero”, “a mi me gustaría”… todos deseamos, nos marcamos metas, previsualizamos las cosas de un modo… y por tantas cosas que pasaron en el último año y sobre todo hacia final de ese 2014 que ya se fue, está claro que planear demasiado, incluso las cosas del corazón (o más bien sobre todo estas), es imposible. Es por ello que así me planteo el 2015. Con muchas ilusiones y quehaceres (por supuesto, por mucho que quiera, cambiarme del todo no es posible), pero que espero que vayan surgiendo y se vaya disipando esa presión que se nos instala en la cabeza y no nos deja ni vivir ni respirar ni muchas veces, ser felices 100%.
Feliz año,
Brighton diciembre 2014
Foto: Anna Alfaro