En su momento, este vecino del mundo lo achacó a “los cinco minutos de gloria” que al parecer necesita todo español para, por decirlo de alguna manera, sentirse realizado.
Sin embargo, lo de ahora, además de un “casting” buscando gente de ese perfil, que por cierto ambos concursos son de la misma productora, Gestmusic, ya le parece más a este vecino del mundo a “hacer lo que sea para ganar un poco de dinero”, o lo que venía siendo el antiguo dicho “dame pan y llámame tonto”.
Espero, sinceramente, equivocarme, pero como siga la crisis, que, desgraciadamente, seguirá durante mucho tiempo, veremos todo tipo de programas con concursantes capaces de cualquier cosa, y ya no por la gloria de esos cinco minutos, sino por la posibilidad de ganar algo de dinero.
Antes, concursos del tipo “Un, dos tres…”, giraban entorno a sorpresas y gracias pergeñadas por los guionistas. Ahora las gracias las ponen el presentador, que en parte se supone que estará “asesorado”, vía pinganillo, por un guionista de plató, y el resto, por unos frikis o seudo-frikis en busca de dinero rápido.Si antiguamente en toda corte que se preciaba existía la figura del bufón, que hacía sus gracias para ganarse la vida, ahora la corte es la televisión y hay mucho bufón, dicho sin ningún ánimo de ofender, en busca de su parcela en la corte de nuestros días. Lo que ocurre, y es que este vecino del mundo siempre se ha preguntado, en el caso del bufón, en realidad, quién es el último que se ríe realmente. Y siempre lo ha tenido claro: el bufón, porque se ríe del hambre. Bien pensado..., pocas cosas han cambiado.*FOTO: DE LA RED