Los nuevos desafíos del champán

Cava de champán

Al frente de la casa desde hace tres años, Mathieu Roland-Billecart analiza las diversas cuestiones que plantea la crisis sanitaria para su empresa y la de la región de La Champaña. Empresa creada por Nicolas François Billecart y Élisabeth Salmon en Mareuil-sur-Äy, hace de ello 2 siglos.

Afirma que su empresa ha salido fortalecida de la situación creada por la pandemia por Covid-19 a pesar de todas las dificultades vividas. Maison Telmont.

EL NEGOCIO DEL CHAMPÁN

Antes de coger las riendas de la “maison”, había pasado quince años en la City londinense, en un buffet como asociado encargándose a su vez del holding familiar. El reencuentro con la familia le hizo rechazar otras ofertas sumamente ventajosas que harían más ricas a otros, por lo que decidió volver a casa en donde los ciclos son más largos, las viñas que plantamos tardan no menos de cinco años en producir uva mientras que en Londres los millones de euros se ganan en unas semanas. Por otra parte, las relaciones humanas son totalmente diferentes. Aquí ser la cabeza visible de una PyME que prospera, con una cifra de negocio en torno a los 80 millones de euros anuales, hace que seamos un tanto impacientes. En la City luchas por no ser el segundo, lo logras y sigues, pero en la empresa familiar, perseguir la excelencia es un trabajo que nunca se acaba. Se trata de no ver solo lo malo cuando todo va bien y de no hundirse cuando todo va mal.

Con el champán lo que se privilegia es el contenido por parte de los amantes de la belleza y de la calidad, el vino no solo es una cuestión de terroir, también cuenta lo humano y el tiempo. Es por lo que cuando nosotros comercializamos nuestro millésime 2008, otros salen al mercado con un 2014.

Como todos los viticultores y bodegueros, siempre tiene a la vista su cuaderno de notas con las críticas de sus vinos, pero distinguiendo las de los aficionados de las de los profesionales. Es como en el cine, cuando los profesionales se quedan pasmados ante un film coreano en blanco y negro de tres horas de duración, cuando todo el mundo ha dejado de ver las viejas películas de Jean-Paul Belmondo.

Tras una demanda muy importante y producir 320 millones de botellas de champán con unas ventas récord, no hay que dormirse en los laureles y estar atentos a la buena vendimia de este 2022. A corto plazo la falta de equilibrio entre la oferta y la demanda va a ser un problema, sobre todo si algunos pretenden jugar con el valor percibido, vendiendo vinos con una relación precio/placer desproporcionada.

Saber adaptarse al calentamiento climático va a ser clave para todos. Otra cuestión/problema que se vislumbra está ligado con la comunicación: habrá que explicar que no se muere tras tomar una copa de champán, enseñando a beber menos pero mejor.