Como ser humano -y masón- con su corazoncillo hace tiempo que estoy harto de las acostumbradas letanías sobre supuestas conspiraciones judeo-masónicas.
Ha llovido mucho desde “Los protocolos de los sabios de Sión”, libelo inventado en 1902 por la policía zarista, años más tarde libro de cabecera de Adolf Hitler y sin duda inspirador de su desgraciado Mein Kampf, y todavía ha llovido más desde la primera condena vaticanista IN EMINENTI de Clemente XII en 1738, para seguir encontrándose, cuando uno abre las páginas de un diario -y además considerado progresista como EL PERIÓDICO-, con titulares sensacio-nalistas sobre como unos supuestos “nuevos masones”, o tal vez imitadores de estos, intentan dominar el Mundo. Me refiero concretamente al titular de la página 5 donde dice: “Los nuevos masones. Hombres de Goldman Sanhs toman ahora el control de la crisis europea. Hay quién ve en esto las redes de una nueva masonería”. Esto sí, la periodista autora del artículo -curándose en salud- cita el también periodista Marc Roche corresponsal del diario francés Le Monde en Londres y autor del libro “El banco. Cómo Goldman Sachs dirige el mundo” diciendo que este “observa todo este entramado como una nueva francmasonería, una especie de asociación secreta en la que políticos pasan a ser banqueros y estos se pasan a la política favoreciendo un flujo de información cuyo objetivo último sería engrosar las cuentas del grupo inversor fundado por Marcus Goldman en 1869.”, no está mal para seguir alimentando la leyenda negra conspirativa de la Masonería y de paso mezclarnos con la oligarquía financiera mundial. A pesar de que no acaba de decir esto, es esto lo que queda en la mente de buena parte de los lectores. Que a estas alturas fueran los portavoces de la prensa cavernícola quienes alerten, hablen o berreen sobre nuestras supuestas conspiraciones no me extraña mucho, pero que se haga desde otros medios, tan superficialmente, no me deja de sorprender.
El ejemplo del "Cementerio de Praga"
A pesar de ser una ficción vale la pena leerse el último libro de Umberto Eco “El cementerio de Praga” donde precisamente nos relata cómo se van gestando las pequeñas falsedades que acaban convirtiéndose en grandes mentiras. Cómo estas transitan a largo del tiempo, desde entonces hasta nuestros días, cómo penetren como si fuera lluvia fina y acaban empapando los cerebros de personas muy diferentes y como terminan siendo transmitidas a las siguientes generaciones hasta engendrar una leyenda cargada de prejuicios contra personas que lo único que hacemos es reunirnos, cada cual con nuestras ideas o creencias para intentar mejorar como seres humanos en torno a los principios de libertad, igualdad y fraternidad y si podemos, al salir de la logia, hacer algo por el progreso de la humanidad. Layret M.·. M.·.
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