Comenzamos el año y siempre nos enfocamos en hacer una lista de nuevos propòsitos, bajar de peso, dejar de fumar, hacer màs ejercicio, estudiar un idioma, etc. y a veces comenzamos bien la nueva tarea, pero nos frenamos al no tener en cuenta lo màs importante: la autoestima.
Es de vital importancia creer en lo que nos proponemos y por tanto creer en nosotros mismos, dejar de mentirnos, de ponernos excusas y avanzar.
Las mentiras más devastadoras para nuestra autoestima no son tanto las que decimos como las que vivimos.
Vivimos en una mentira cuando desfiguramos la realidad de nuestra experiencia o la verdad de nuestro ser.
Así, vivo una mentira cuando finjo un amor que no siento; cuando simulo una indiferencia que no siento; cuando me presento como más de lo que soy, o como menos de lo que soy; cuando digo que estoy irritado y lo cierto es que tengo miedo; cuando aparento indefensión y lo cierto es que soy un manipulador;
cuando niego y oculto mi entusiasmo por la vida; cuando finjo una ceguera que niega mi comprensión;
cuando pretendo poseer una información que no tengo; cuando me río y en realidad necesito llorar:
cuando paso un tiempo inútil con gente que no me gusta; cuando me presento como la personificación de
valores que no siento ni poseo; cuando soy amable con todos menos con las personas que digo amar;
cuando me adhiero falsamente a ciertas creencias para gozar de aceptación; cuando finjo modestia;
cuando finjo arrogancia; cuando permito que mi silencio implique asentimiento con respecto a convicciones
que no comparto; cuando digo que admiro a una clase de persona pero duermo siempre con otra.
La buena autoestima exige coherencia, lo cual significa que el sí-mismo interior y el sí-mismo que
se ofrece al mundo deben concordar.
Si elijo falsear la realidad de mi persona, lo hago para engañar la conciencia de los otros (y
también a la mía propia). Lo hago porque considero inaceptable lo que soy. Valoro cualquier idea de otro
por encima de mi propio conocimiento de la verdad. Mi castigo es que atravieso la vida con la atormentada
sensación de ser un impostor. Esto significa, entre otras cosas, que me condeno a la angustia de
preguntarme eternamente cuándo me descubrirán.
Primero, me rechazo a mí mismo; esto está implícito en el hecho de vivir mentiras, en el de falsear
la verdad de mi persona. Después, me siento rechazado por los demás, o busco posibles signos de
rechazo, para lo cual soy generalmente rápido. Imagino que el problema se plantea entre los demás y yo.
No se me ocurre que lo que más temo de los otros ya me lo he hecho a mí mismo.
La honestidad consiste en respetar la diferencia entre lo real y lo irreal, y no en buscar la
adquisición de valores mediante el falseamiento de la realidad, ni la consecución de objetivos
pretendiendo que la verdad es distinta de lo que es.
Cuando intentamos vivir de una manera poco auténtica, siempre somos nuestra primera víctima,
ya que, en definitiva, el fraude va dirigido contra nosotros mismos.
Realiza tu ! Wish list! y adelante, toma acciòn . Si no todo resulta como piensas es porque seguro te esperan cosas nuevas por descubrir.
!! Feliz Comienzo de Año 2015 !! Les Desea El Blog de Lola .
Gracias por compartir
Del libro
CÓMO MEJORAR SU AUTOESTIMA.
Por: Nathaniel Branden
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