Los objetivos reales de la Agenda 2030

El gobierno español que preside Pedro Sánchez es mundialmente identificado como uno de los más celosos defensores de la Agenda 2030 y de sus objetivos ocultos, que son rechazados por los demócratas y amantes de la limpieza y la libertad en todo el planeta. Nuestro Rey, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y muchos de sus ministros y cargos públicos lucen con orgullo el símbolo arcoíris de la Agenda, una imagen repudiada por los que aman la libertad y la decencia en este mundo. En septiembre de 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la histórica Cumbre del Desarrollo Sostenible y aprobaron la Agenda 2030. Los planteamientos y objetivos declarados por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible son encomiables, incluso hermosos. Se presenta como un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Sin embargo, una parte cada día mayor de la Humanidad cree que los verdaderos objetivos de esa agenda 2030 son otros, mucho más siniestros, entre los que destacan la creación de un poder mundial único, en manos de las élites multimillonarias, el asesinato de la democracia y de las grandes libertades y derechos y la reducción de la población mundial. --- Oficialmente, la Agenda plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Pero muchos creemos que los verdaderos objetivos se acercan más a los que describe la imagen que reside este artículo, que es una de las muchas que circulan por las redes sociales e informativas libres denunciando la Agenda como una conspiración de los políticos contra las libertades y derechos humanos.

Miles de políticos, entre ellos numerosos jefes de Estado y de gobiernos, lucen en sus solapas el símbolo de la Agenda, causando estupor a los que creen que esa agenda es una conspiración bastarda contra las libertades y derechos.

Sea o no cierto, millones de personas identifican la Agenda con los objetivos del llamado Nuevo Orden Mundial (NOM), un programa identificado con la construcción de una tiranía planetaria que acabaría con la democracia y establecería una dictadura de Estado único en el mundo.

Para mi, la agenda es una clara ruta hacia la tiranía mundial y responde a un programa de poder ideado y promovido por los grandes poderes que mueven el mundo desde las sombras, sin otro fin que el dominio, el control, la destrucción de la democracia y facilidades para los negocios y su propio enriquecimiento.

Francisco Rubiales