Anoche, tras una recomendación de un amigo, me puse a ver una película de Quentin Tarantino, estrenada en 2015 y protagonizada por Samuel L. Jackson, Kurt Rusell, Jennifer Jackson Leigh o Tim Roth, entre otros muchos, Los Odiosos Ocho. Un film de casi tres horas de duración, con una banda sonora formidable (creación de Ennio Morricone) y un guión original que no puede negar quien lo ha creado, Quentin Tarantino.
Pues bien, la película se desarrolla en una especie de posada, conocido como el refugio de Minnie, situado en las llanuras de Wyoming. De este modo, llega a dicho refugio una diligencia, la cual se dirige al pueblo de Red Rock, con dos cazarrecompesas, uno de los cuales lleva consigo una fugitiva viva, la cual será entregada, a cambio de la recompensa, a las autoridades de Red Rock para que la ahorquen, y un hombre que se han encontrado por el camino y dice ser el nuevo sheriff de dicho municipio . Sin embargo, cuando llegan al refugio, este no está regentado por Minnie, sino por un mejicano que dice ser el regente del local mientras Minnie visita a su madre al otro lado de las montañas. A partir de este momento, y con ocho hombre y una mujer encerrados en el refugio ( Los dos cazarrecompensas, el cochero, el futuro sheriff, el mejicano, y tres hombre más que se encontraban en el refugio) por culpa de un temporal de nieve y viento que azota el lugar, la trama se desarrollará al más puro estilo Tarantino. Personajes que no sabes hasta el final el papel que desarrollan en la trama, diálogos sorprendentes y en algunos casos surrealistas, asesinatos, y sobre todo, escenas de sangre, mucha sangre, que en algunas ocasiones rozan lo gore, sino lo superan. En definitiva una trama Tarantinesca muy difícil de encasillar en un género cinematográfico concreto.
Por último, quiero destacar que la película tendrá tanto detractores como defensores. Porque Tarantino es un director que o te gusta o no te gusta, no hay termino medio, y este largometraje es un puro ejemplo de ello, debido a la peculiaridad de mismo.