LOS "OJOS DE GATA" DE LOS SECRETOS:
"Fuimos autodidactas, Estábamos todo el día investigando. Escuchábamos a The Jam, a The Who, pero también a los Eagles, a Jackson Browne, la nueva ola (Graham Parker, Nick Lowe...). Éramos apasionados y con una gran cultura musical", estas palabras son de Álvaro Uquijo para hablar de los comienzos de Los Secretos.Y, para hablar de la situación actual de Los Secretos, habla así: "Tenemos la fortaleza de un público agradecido que si nos conformamos nos puede seguir dando acogimiento mucho tiempo. Me veo jubilado encima de un escenario. Ahí están James Taylor, Jackson Browne, Sabina o Paul MacCartney", buenas palabras para alguien que está contento con su trabajo y desea seguir dando lo mejor de sí siempre.
Los Secretos se fundó en Madrid comenzando con los hermanos Urquijo: Javier, Enrique y Álvaro, aunque con el tiempo, sólo quedó Álvaro por distintos motivos. Por esto el grupo se tuvo que rehacer en el 2000, debido a la ausencia forzosa de Enrique Urquijo, el alma del grupo hasta aquel momento y autor de muchas de las letras de las canciones del grupo.
Los nuevos integrantes de Los Secretos son Ramón Arroyo (guitarra), Jesús Redondo (teclado), Juanjo Ramos (bajo) y Santi Fernández (batería) que acompañan al pequeño de los Urquijo (Álvaro) que toca la guitarra al mismo tiempo que realiza la voz de las canciones.
La canción que he escogido en esta ocasión es "Ojos de gata", una canción controvertida porque Álvaro Urquijo recibió la letra de la primera estrofa de la mano de Joaquín Sabina, aunque después tuvieron malos entendidos entre ambos. Así cada uno de los músicos realizó una canción distinta. Joaquín Sabina la titutló "Y nos dieron las diez" y la incluyó en su disco "Física y química", mientras que Los Secretos la titularon "Ojos de gata" y la introdujeron en el disco "Adiós tristeza" del 1991.
Os dejo aquí su canción. En este caso Los Secretos utilizan instrumentos acústicos como unas guitarras, un acordeón, un cello y una batería que acompañan de forma sencilla y elegante a la voz dando lugar a una obra que se distingue por una gran limpieza y pureza de sonido.
La primera estrofa, que hermana a las dos canciones que cité antes, dice así: Fue en un pueblo con mar Una noche después de un concierto Tú reinabas detrás De la barra del único bar que vimos abierto Te sirvo y no pagas Sólo canto si tú me demuestras Que es verde la luz de tus ojos de gata.