Con este término se conoce a los baños termales en Japón, que para mi sorpresa, no son naturales, al menos los que tuve la suerte de ver, muy al contrario de lo que ocurre en Islandia. Nuestra gran apuesta por ver Onsen fue en nuestra visita a Tottori, ciudad conocida por sus baños que además son curativos y sus espectaculares dunas y playas (imag0102).
Nuestras dudas en cuanto a la descripción de esos lugares como tórridos, se confirmaron cuando llegamos y al contrario que en Islandia (mi referencia para baños termales, aquí y aquí ), los baños no son mixtos y no se permite el uso de bañador, ni de nada. El lugar era precioso(imag03), con piscinas interiores (imag0405) y exteriores no demasiado grandes pero bien cuidadas, y con una temperatura quizás demasiado alta en todas ellas, pero que sin embargo nos permitió relajarnos durante la hora que estuvimos dentro. Por fortuna la torridez del momento se vio disminuida porque casi no había clientes en ese momento, y estábamos prácticamente a solas, porque bañarse muy apretado en un sitio así, puede convertirlo en una experiencia bastante menos interesante.