Los Óscar de los dramas

¿A ustedes les interesan los Óscar? A mí tampoco. Bueno, mentira. En su momento me los tragaba enteros, sin necesidad de pan para bajar el empacho. Eso sucedió cuando yo vivía al otro lado del mundo y mi horario era el de la gala, así que solo tenía que poner la tele a las 19:00, abrir el Twitter y gozar del espectáculo. Nada de desveladas mortales.

Sea como sea, sigo más o menos pendiente de las nominaciones, de lo que se cuece en el mundillo, me entretiene saber cuál es el interés de Hollywood, cómo afectan las corrientes sociales y qué eficacia ha tenido el lobby de turno. Pero este año ninguna de las películas me movía mucho la barriga. Mentira, una sí. Y no está nominada, obviamente.

Este domingo es la gala, y las nominadas a mejor película este año son: Mank, Nomadland, El juicio de los 7 de Chicago, Sound of Metal, El padre, Una joven prometedora y Minari. Son buenas películas, pero no grandes películas. Y son, sobre todo, dramas con poco riesgo. Y estoy hasta las narices de las tragedias, de que Hollywood le dé preeminencia a este género sobre el resto. Como si el cine policíaco, el terror, la ciencia ficción o la comedia, por citar algunos, no fueran merecedores de esta distinción. Si no lloras, si no sufres de forma exhaustiva, no te llevas la estatuilla a casa. Pues, miren, no, ya está bien. Con la cantidad de buen cine de género que está haciendo actualmente me parece una desfachatez de la industria.

Un ejemplo claro lo tenemos en la peli a la que yo le tenía muchas ganas y que no se ha llevado ninguna nominación alguna a premios gordos: Tenet. Uy, ¿me ha parecido escuchar un abucheo o son solo imaginaciones mías? Vale, Christopher Nolan es un tronado (¿sigue la juventud usando ese término?) y es un petulante. ¿Y? Tenet es una película de la que no entiendo ni la mitad, una superproducción de James Bond del siglo XXI, con una historia sólida (dentro de lo sólido que puede ser eso), y con una puesta en escena impecable. Bastante mejor que algunas de las nominadas, y que deja un poso de discusión interesante cuando sales de la película. ¿No son esos elementos suficientes para considerarla buena? Lo que pasa es que en el mundillo esnob hay temáticas que están fuera de la ecuación. Con las pelis de Nolan no lloras, pero piensas, vaya que si piensas, hasta que te estalla la cabeza. Si a Hollywood no le convence ese razonamiento, a mí sí.

¿Cuál creo que va a ganar? No lo voy a escribir para después me humillen, porque nunca, nunca acierto. Vaya, vuelvo a mentir en este post. El año pasado acerté, pero claro, es que mi devoción por Parasite y su director es de las mayores que he tenido en mi vida. ¿No se lo creen? Tal vez, que escribiera un post titulado Te amo, Bong Joon-ho les haga cambiar de opinión.

Sea como sea, creo que este año van a pasar sin pena ni gloria, y eso que hay interpretaciones sobresalientes. Riz Ahmed (Sound of Metal), Gary Oldman (Mank) o Sacha Baron Cohen, (El juicio de los 7 de Chicago) están, simplemente, espléndidos. Y qué decirles de Frances McDorman (Nomadland), que podría hacer un anuncio de laxantes y yo le daría 30 premios, porque esa señora es, sencillamente, brillante.

Como apunte, solo una cosa. No pueden perderse Another round, peli danesa tiene de todo en su justa medida, con una progresión dramática muy interesante y con un Mads Mikkelsen arrollador. Y si quieren gozar de una gran historia, bien hecha, entretenida y conmovedora, no se pierdan Wolfwalkers. Una delicia. Sí, es de animación, y opta a un premio en esa categoría. El día que una peli animada esté entre las nominadas a Mejor Película me dará un orgasmo de tres días. Ese día, la Academia, habrá abierto su estrecha mente.