Dejando por un momento otro tipo de temas que inundan habitualmente este blog, hoy nos vamos a ocupar de una de esas coincidencias que hay en la vida, en este caso un a coincidencia artística.
Hace unas semanas, comentaba que la catedral más maravillosa existente cumplía 800 años. Como podeis suponer, me refiero a la Catedral de Santiago de Compostela. La gran obra del románico tuvo su puesta de largo en el año 1211. Curiosidades, unos días más tarde y a unos 1.700 km comenzaba la construcción de otra de las grandes catedrales europeas, la Catedral de Reims. Es una construcción posterior a las catedrales de París y de Chartres, pero anterior a las catedrales de Estrasburgo y Amiens. El 6 de mayo de 1211, el arzobispo de Reims Aubry de Humbert inicia la construcción de la nueva catedral de Reims (el edificio actual), destinada a sustituir la catedral carolingia, destruida por un incendio en el año anterior.
La Catedral de Notre-Dame de Reims, obra maestra del gótico francés, se comenzó a construir en 1211 y no se concluyó sino hasta más de un siglo después. Este templo ha guardado un especial significado para la monarquía francesa ya que era éste el lugar de coronación de sus reyes hasta 1825 con la de Carlos X.
Curioso que esos 1.700 km separasen en el mismo año dos concepciones artísticas (modas)distintas y una de ellas con soluciones arquitectónicas más evolucionadas como es el gótico. Hoy en día eso no pasaría, las modas no tardan un siglo en recorrer esa distancia.
Ahora que, si tengo que elegir y con todo mi respeto al gótico francés, la catedral de Reims es”la otra” catedral, tendrá más luz pero le faltan otros componentes incluso mágicos y gnosticos. Me quedo con la sobriedad. Aparte si la quereis visitar, tras las mareas (me abstengo de calificativos) humanas que inundaban las naves catedralicias, este es un año más desahogado.