Hace dos semanas estuve en el concierto de Taxi, más conocidos por ser los antiguos Melon Diesel. Era uno de los regalos de Reyes que por fin pude disfrutar. Y vaya sí lo hice.
Aunque no eran uno de mis grupos favoritos apreciaba sus canciones. Una me encantaba especialmente y la he escuchado muchísimas veces en mis trayectos de tren hacia la universidad.