Revista Salud y Bienestar

Los pacientes con espondilitis anquilosante tardan entre 7 y 8 años en ser diagnosticados

Por Fat
Entre 7 y 8 años de media tardan actualmente los pacientes con espondilitis anquilosante en ser diagnosticados. "Son muchas las causas atribuibles a este retraso. Desde la falta de pruebas definitivas para realizar el diagnóstico hasta la demora por parte de los pacientes a consultar o a la falta de conocimiento de este grupo de enfermedades por muchos profesionales médicos", asegura el doctor Xavier Juanola, especialista en Reumatología del Hospital de Bellvitge en Barcelona y uno de los coordinadores del Proyecto IMAS, un curso que tiene por objetivo formar a los profesionales sobre las nuevas técnicas de imagen en espondiloartritis.
Este proyecto de formación continuada, tiene como objetivo, según señala el doctor Juanola, "establecer un curso de imagen específico de espondiloartritis para reumatólogos, en el que se pretende por un lado revisar las técnicas de imagen convencionales y determinar su indicación actual y por otro, formar a los asistentes en la interpretación, validez, análisis crítico y conocimiento de técnicas de imagen más emergentes y que suponen herramientas indispensables para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de este grupo de enfermedades".
La espondilitis anquilosante es una enfermedad debilitante inflamatoria crónica que generalmente comienza en gente joven, principalmente hombres, a partir de los 20 años. Los reumatólogos consideran fundamental la detección temprana de esta patología, ya que en muchos casos los síntomas iniciales suelen ser confundidos con dolor de espalda producido por el ejercicio físico o fruto de una tensión muscular. "El síntoma más frecuente de estas enfermedades es el dolor vertebral, la lumbalgia. A pesar de ello, en muchos casos no se considera la posibilidad de que este trastorno pueda ser el inicio de una espondiloartritis y se atribuye a un proceso banal. Hay, sin embargo, algunas características de estos episodios de lumbalgia que ya nos pueden hacer considerar la posibilidad de una espondiloartritis", destaca el doctor Juanola.
-Consecuencias del diagnóstico tardío
Cuanto más tarde se diagnostica una espondiloartritis, peor es el pronóstico de la enfermedad, señalan los especialistas. "Conforme la enfermedad avanza se produce mayor limitación de los movimientos, más anquilosis, más daño de las vértebras y de las articulaciones", afirma el doctor Juanola. "El paciente suele manifestar un dolor que no se calma con el reposo, le despierta por la noche y no le desaparece estando en la cama. Muchos sólo mejoran si se mueven. Si no se trata correctamente pueden llegar a tener una incapacidad importante que les impide realizar una actividad laboral e incluso actividades sociales de forma normal", añade el reumatólogo.
Sin embargo, los reumatólogos coinciden en destacar el optimismo tanto por las nuevas técnicas de diagnóstico como por la introducción en los últimos años de la terapia biológica en el tratamiento. "Los tratamientos biológicos han supuesto un gran avance para un número importante de pacientes y sobre todo para los pacientes con las formas más graves. La mayoría de los pacientes suelen responder correctamente al tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos y un buen programa de fisioterapia y rehabilitación, pero para los pacientes que no mejoran con esta terapia los biológicos han supuesto una alternativa muy eficaz para el alivio del dolor y la mejora de la calidad de vida", concluye el doctor Juanola.
-Resonancia magnética y ecografía
Por su parte, el doctor Eugenio De Miguel, reumatólogo del Hospital Universitario La Paz de Madrid y coordinador junto al doctor Xavier Juanola del Proyecto IMAS, destaca la importancia de conocer las nuevas técnicas de imagen ya disponibles para los reumatólogos. "Especialmente la resonancia magnética y también la ecografía", destaca el doctor De Miguel. "La resonancia magnética –detalla este especialista- permite ver lesiones muy precoces en la columna y en las sacroiliacas que no pueden detectarse con otras técnicas y ya es utilizada para poder diagnosticar precozmente la enfermedad en casos dudosos". Por su parte, la utilización de la ecografía en la espondilitis "es muy reciente –afirma De Miguel- y todavía está en proceso de investigación, pero las publicaciones que están apareciendo muestran que es una técnica útil en el diagnóstico precoz en combinación con otros signos de la enfermedad".
Los sistemas de imagen utilizados hasta ahora como la radiología convencional, la tomografía computadorizada y la gammagrafía "tienen una capacidad limitada para detectar cambios de forma precoz frente a estas nuevas técnicas", sostiene el doctor De Miguel.

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