Llego la navidad a Japón, y lo hizo después de Halloween, ya que desde mediados de Noviembre se empezaron a poner los adornos y luces de navidad. Algo curioso para un país que no es cristiano y que la navidad no tiene el mismo significado que en occidente y que el equivalente seria el el fin de año.
Shibuya Navidades del 2006
Cuando organice mi estancia quise pasar la navidad en Japón muy a pesar de que es una época muy familiar, solo por el hecho de conocer como se celebra en Japón, lo que no sabia es que acabaría pasando esas navidades con los padres de Yuka.
Había llegado el momento que toda persona teme al empezar una relación, conocer a los padres.Si bien me encontraba en una situación difícil, era extranjero no sabia como me verían y conocía poco sobre las costumbres japonesas en estos casos, también sabia que uno de los Miedos de los japoneses era al cabeza de familia.
Lo que Yuka me contaba era que con su madre no tendría ningún problema que era una persona muy amable y divertida pero con su padre ya veríamos, ya que según me había contado había sido muy estricto con ella y sus hermanos, y que cuando les contó que tenia una relación con un extranjero tuvieron muchas dudas.
El día 24 de diciembre por la mañana deje la residencia y después de un largo trayecto hasta Kashiwa (Chiba) me encontré con Yuka. Tomamos varios trenes hasta la estación de Chiba donde compramos la típica tarta de navidad que comen los japoneses ese día. Allí nos vino a buscar su madre para llevarnos a Yachimata. Con la madre de Yuka no tuve muchos problemas, el principal era el japonés.
Ya en casa de sus padres, su padre fue el ultimo en llegar, estaba muy nervioso por lo que pasaría. Pero todo fue muy bien. Había pedido a mis abuelos que me mandaran provisiones para Navidad y algún vino bueno para convencer a mi futuro suegro. Jamón, chorizo, polvorones y turrón, a parte del vino. A favor de mi buena relación con el padre de Yuka fue su hobby, el montaba amplificadores con válvulas ya que le encantaba la música y buscaba el mejor sonido para disfrutarla, algo que al resto de la familia no le interesaba para nada pero que a mi me pareció muy interesante y puse mi atención en ello, a lo cual el padre de Yuka le encanto que alguien pusiera interés en su hobby.
Hicimos una cena “española” no una cena de navidad al uso, sino que hicimos pan con tomate, tortilla de patatas y chorizo frito, y de postres había turrón y polvorones.La tortilla quedo de aquella manera (^_^) pero les gusto, sobretodo a mi suegro le gusto el vino que se termino antes que la cena, los turrones y los polvorones no pasaron la prueba.
La cena “española” de navidad
Una vez terminada la cena empece a echar de menos a mi familia, era una navidad diferente pero nada que ver con la celebración familiar española.
Al día siguiente pude conocer a los hermanos de Yuka y también fue muy bien. A pesar de los temores que había tenido por dar este paso necesario todo había salido mucho mejor de lo esperado. Ahora solo me quedaban 3 días en Japón y la incertidumbre por saber que pasaría con todo lo que había conseguido.
Continuara