Carlos González es uno de los pediatras más influyentes en España de los últimos 20 años. Como en todas las disciplinas hay líderes de opinión que llegan cambiar la actitud de la sociedad. y él es uno de ellos. Nunca ha salido en el apartado de los Top 25 / Medicina de los 500 españoles más influyentes del año que publica anualmente El Mundo. En otra área de mi interés, Enrique Dans figura cada año dentro de la categoría que reúne a “Los 25 más influyentes de Internet".
En una entrevista realizada el el Diari de Terrassa el 9/12/10 afirma la frase que ven en la entrada de este post, con la que estoy completamente de acuerdo. Toda entrevista es parcial y revela una mínima parte del pensar del autor. En ese diario hay fallos garrafales como afirmar que Carlos es Doctor en pediatría; no existen, en todo caso será en medicina. En ella se comenta que es defensor de la crianza natural o con apego y de los métodos no conductistas; términos ambiguos que algunos no comprenden su su verdadero significado. Mi opinión es que si, por extensión, el término criar y crianza puede llegar a cualquier edad de la vida del niño hay un error de concepto; no estoy seguro de si Carlos, formado en mi hospital, habla sólo del período de la crianza o su criterio de "no dejar llorar" se extiende a niños más mayores. Si no hay límites o sin disciplina la convivencia familiar se puede convertir en un desastre. La mayoría de los sesudos escritores y especialistas tanto de niños como de adolescentes desconocen una dimensión, genéticamente recibidoa llamada temperamento..
Los términos criar y crianza se refieren, según la RAE, a la época de la lactancia y es la acción y efecto de criar, especialmente las madres o nodrizas mientras dure ésta. Según lo que se transluce de la entrevista, Carlos González es partidario de que los padres no marquen límites "los límites son los que los padres quieran ya que son ellos los que tienen autoridad sobre el niño. No puede ser que los límites los marque un tercero" y no está de acuerdo con el tiempo de calidad ya que "el cariño sin dedicar tiempo al niño no existe". Esta forma de pensar se contradice con el mundo actual. Tácitamente afirma que la mujer no debería trabajar y quedarse en casa como hacían nuestras madres y abuelas al cuidado de sus hijos. Yo estoy de acuerdo, pero eso supone un choque frontal hacia la madre trabajadora y "un tercero", Carlos González, que es generador de una actitud radical de angustias y frustraciones para aquellas madres que no pueden seguir esa corriente.
La lactancia natural es una forma de alimentar al bebé; la buena. De eso a que un "tercero" te diga "bésame mucho, como criar a los hijos con amor" me parece un poco osado. El amor nadie ha podido definirlo todavía; el amor se tiene, no se crea. Como pincelada cultural les diré que la pintora Mary Cassat recogió como nadie el periodo de la crianza; no se casó ni tuvo hijos.
Finalmente, la crianza natural también es un buen "nicho de negocio" Con todo lo dicho no descalifico en absoluto a Carlos González; ha sido el motor del cambio hacia la lactancia materna y, eso, en un país como el nuestro tiene mucho mérito.