«Volvamos a la segunda cuestión: ¿cómo lograron desarrollarse Europa y lo que escapó a su control? De nuevo parece estar clara parte de la respuesta: violando radicalmente la aprobada doctrina del mercado libre. La conclusión vale lo mismo para Inglaterra que para la zona actualmente en crecimiento del este de Asia, y ninguna duda para Estados Unidos, el líder del proteccionismo desde sus orígenes.
La historia económica establecida reconoce que la intervención del estado ha desempeñado un papel central en el crecimiento económico. Pero su impacto se subestima debido a la estrechez de miras. Por mencionar una omisión de primer orden, la revolución industrial se basó en el algodón barato, procedente sobre todo de Estados Unidos. No se mantuvo barato y accesible gracias a las fuerzas del mercado, sino mediante la esclavitud y la eliminación de las poblaciones indígenas. Desde luego que había otros productores de algodón. El más sobresaliente era la India. Sus recursos fluían a Inglaterra mientras la propia industria textil iba siendo destruida, mediante el proteccionismo y la fuerza, por los británicos. Otro caso es Egipto, que avanzó hacia el desarrollo al mismo tiempo que Estados Unidos, pero fue bloqueado por la fuerza británica, por las casi explícitas razones de que Gran Bretaña no toleraría un desarrollo independiente de esa región. Por el contrario, Nueva Inglaterra pudo seguir el camino de la madre patria, prohibiendo los textiles británicos que eran más baratos mediante fuertes aranceles aduaneros, igual que habían hecho los británicos con la India. Sin estas medidas la mitad de la industria textil que se estaba creando en Nueva Inglaterra habría desaparecido, estiman los historiadores económicos, con efectos a gran escala sobre el crecimiento económico en general».
El beneficio es lo que cuenta (2000)
[Extracto del libro escrito por Noam Chomsky]
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