Los pájaros amarillos, de Kevin Powers

Desde hacía bastantes años no se publicaba una novela bélica por un autor que hubiera vivido la guerra en primera persona. Una buena novela, con elevada calidad literaria, que reflejara la realidad aterradora de la guerra y el estado de permanente alerta que inculca al soldado. “Los pájaros amarillos”, de Kevin Powers, (Richmond, Virginia. 1980), se enmarca dentro de la mejor tradición de literatura bélica de Estados Unidos. Es su primera novela y en ella nos traslada al campo de batalla de la guerra de Irak. El soldado Bartle tiene 21 años cuando es destinado con su unidad a combatir en el frente. La madre de uno de sus compañeros, el soldado Murphy, de 18 años, le pide que lo traiga sano y salvo a casa.
Aquí arranca una narración que consigue retratar verazmente algunos de los sucesos que han acompañado a los soldados durante sus despliegues: los miedos, la esperanza que se apaga, el horror de la guerra, las emociones y los sentimientos mientras vives momentos al límite, entre la vida y la muerte, la tragedia y el honor, y la herencia que la guerra deja en los individuos que participan en ella, con sus aspectos demoledores, pero también de orgullo y fortaleza.

Kevin Powers destaca con esta ópera prima y se sitúa al mismo nivel literario que otros referentes de la literatura bélica, como Norman Mailer, Ernest Hemingway, James Jones, Stephen Crane y Tim O’Brien. Su narración es poderosa y vívida, emana directamente de sus propias experiencias como soldado en la guerra de Irak disparando una ametralladora en Mosul y Tal Afar entre 2004 y 2005.
Los recuerdos del soldado Bartle nos guían por distintos lugares y épocas, desde la base de instrucción militar de New Jersey, a las calles bajo un sol abrasador de la ficticia ciudad iraquí de Al Tafar, su hogar en Virginia o un día de permiso en Alemania antes de que la unidad fuera enviada a casa. Powers depura el estilo literario bélico hasta construir una novela que alcanza cotas poéticas en su narración y deslumbra por su lenguaje y capacidad de transmitir emociones.
“Los pájaros amarillos” retrata la crueldad de la guerra sin omitir nada, con una capacidad descriptiva que permite al lector ver y comprender lo que sucede, bucear en el alma humana y asomarse a la realidad de una guerra sin falsos adornos. El relato es magnífico y deja entrever preguntas que conducen a la reflexión del lector. Es una novela que cautiva incluso a aquellos que no gusten especialmente de la literatura bélica, y esto por la belleza de la narración, aunque esa belleza refleje una cruda realidad. Una novela que permite al lector sacar sus propias conclusiones, sin prejuicios ideológicos ni manipulaciones. Kevin Powers escribe una historia de ficción sobrecogedora para recrear la historia real.

La novela se desarrolla en capítulos en los que se narra la experiencia del soldado Bartle y alterna con otros que reflejan el regreso al hogar, junto con los recuerdos y las secuelas, entre las que está la progresiva deshumanización.
“Los pájaros amarillos” narra, en suma, la experiencia de combate en primera persona de una forma trágica y lírica. No es una novela cómoda, eso seguro, pero sí de lectura sobrecogedora y profundamente humana.

Sinopsis
A sus veintiún años, el soldado Bartle es enviado a combatir en la guerra de Irak, junto con un compañero de dieciocho años, el soldado Murphy, de quien se hace cargo desde el comienzo. Narrada a través de los ojos de Bartle, Los pájaros amarillos cuenta de primera mano una guerra librada bajo un sol feroz, combatiendo a un enemigo ubicuo, en ciudades convertidas en fantasmas. La guerra le roba para siempre a Bartle su presente, ya que vivirá atrapado por los recuerdos terroríficos que lo atormentan, intentando comprender acciones que a la distancia ya no le parecen ni suyas ni de nadie más.

Autor: Kevin Powers
Título: Los pájaros amarillos
Editorial: Sexto Piso
ISBN: 9788415601104