(VI.9). SIMBOLOGÍA ZOOMÓRFICA.
Los pájaros vuelan libremente y sin ataduras sobre nuestras cabezas. Pertenecen al reino del aire y de la luz y se convierten en símbolo de las almas, los espíritus y las esferas que en ellas habitan.
Los pájaros pequeños son imagen del hombre atemorizado que huye, del hombre perseguido, pues hemos "salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador" ( Sal. 124,7) y, también, imagen del cuidado divino: " Fijáos en los pájaros: no siembran ni siegan, ni almacenan; y, sin embargo, vuestro Padre Celestial los alimenta" (Mat. 6,26).
Ni siquiera los gorriones, los piones que llamáis en otras latitudes, de los que cinco se vendían por cuatro cuartos, son olvidados por Dios: " ¿ No se venden cinco pajarillos por dos ases?. Pues bien, de ninguno de ellos se olvida Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, valéis más que muchos pajarillos" ( Luc. 12, 6-7).
Según la mitología mesopotámica, los muertos llevan en el submundo un vestido de plumas, como los pájaros. Para los egipcios, el alma abandonaba la tumba en forma de pájaro y en la cultura homérica griega, las almas "gorgojean".
Con frecuencia, en diversas tradiciones, se trata acerca de un lenguaje misterioso llamado "el lenguaje de los pájaros". En el Corán puede leerse: " Y Salmón fue el heredero de David; y dijo: ¡ Oh hombres!, hemos sido instruidos en el lenguaje de los pájaros y colmados de todo bien..." ( XXVII, 15), designación evidentemente simbólica como prerrogativa de una alta iniciación a quien se atribuye el conocimiento y comprensión de ese lenguaje angelical, es decir, de los estados superiores. Quizá por eso, una tradición islámica dice que Adán, en el Paraíso, hablaba en verso, es decir en lenguaje ritmado, esa "lengua siríaca" (logah sûryâniyah) que traducida literalmente sería algo así como lengua angelical.
Los arúspices extraían presagio de su vuelo y de su canto, lo que permite relacionar e identificar el lenguaje de los pájaros con la lengua de los dioses, pues éstos manifestaban su voluntad por medio de tales presagios y los pájaros desempeñaban entonces un papel de mensajeros análogo al que se atribuye generalmente a los ángeles.
No conocemos nuestro momento y nos enredamos como pájaros atrapados en la trampa (Ecl. 9,12).
Liberémosnos, pues, como gacela del lazo o como pájaro de la trampa (Prov. 6,5).
Sección para "Curiosón" del grupo "Salud y Románico".