Italia alberga muchos tesoros, algunos de ellos únicos en su tipo. La Edad Media y en particular el Renacimiento vieron florecer el poder de varios pequeños estados en el norte de Italia, que construyeron edificios muy característicos. Uno de estos edificios, que se encontraba en las ciudades más importantes, era el Palazzo della Ragione, o Palacio de la Razón.
El Palazzo della Ragione reunía en sí dos funciones: la de ayuntamiento y la de tribunal. A menudo estas funciones se desarrollaban simultáneamente, por lo que tenían que ser edificios grandes, suponiendo a veces un gran reto para los arquitectos (como en el caso del Palazzo della Ragione de Padua). En las ciudades en las que se construyeron, son a menudo el edificio más bonito y espectacular.
El Palazzo della Ragione más famoso es el de Padua, y no es para menos: las paredes interiores de su primer piso fueron derribadas para dar lugar a una única estancia, que aún hoy en día es la sala en suspensión más grande del mundo (es decir, sin columnas ni otros soportes para el techo). Adornada con bellas pinturas y con un inmenso caballo de bronce, es uno de los edificios más famosos del norte de Italia.
También hay Palacios de la Razón en Vicenza, Verona, Mantua, Milán, Bérgamo, Monza, y en otras tantas ciudades, aunque a veces su nombre se ha cambiado o han sido destruidos. Se trata de una arquitectura característica de estos territorios, que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Un viaje por el norte de Italia te descubrirá un pequeño país dentro de otro país.