Revista Historia
En este caluroso mes de agosto hay noticias importantes y que, sin lugar a dudas, tienen su trascendencia. Las hay nacionales y de fuera. Sociales o políticas. Profundas o superfluas.
Entre todas ellas, hoy me he fijado en una. Cómo no destacarla. Cómo no destacar la única que me parece definitiva para la humanidad. Para todos. Para ricos y pobres. Para Obama y la Cospedala. Para usted. Para mí.
Si bloguer@s míos, en el paleolítico se practicaba la homosexualidad y dícenme que también la masturbación. Me lo acaban de contar. Y tamaña noticia no podía dejar de comentarla, como ustedes podrán comprender. Es trascedente. Esencial. Definitiva.
Sí, estimado público: Las mujeres y hombres prehistóricos han salido del armario.
La científica noticia, procedente de Atapuerca, sugiere que hay indicios suficientes para mostrar que el sexo homosexual era habitual en el Paleolítico. Las muestras son concluyentes.
En una cueva francesa, La Marche, se puede obsevar a una mujer haciendo un cunnilingus a otra. O en otra cueva de la Dordoña, a dos mujeres enroscadas en la postura conocida como "la tijera". O dos hombres practicando el coito anal.
¿Por qué es importante esta noticia? Porque se demuestra lo que ya sabíamos. Según el profesor Carbonell, director de la muestra, la homosexualidad es común entre los primates. Y nosotros, descendientes de aquel homo sapiens de hace más de 35.000 años, hemos heredado toda la variabilidad del comportamiento sexual del género.
Todo esto se podrá ver en una muestra, llamada "Sexo en piedra", en la sede de la Fundación Atapuerca, en Ibeas de Juarros, provincia de Burgos. No se impacienten porque será a partir del mes de septiembre.
¿Por qué el silencio que ha rodeado a la homosexualidad de nuestros abuelos prehistóricos?
La cultura dominante posterior, la cultura judeocristiana, silenció el tema. Lo convirtió en un tema tabú. Y una práctica natural y humana la silenciaron, la escondieron, la anatematizaron hasta convertirla en estigma. Eso es lo que hicieron.
Me pregunto si ya existiría en aquellas remotas civilizaciones un Vaticano paleolítico. Yo creo que sí. Seguro. Investigaré y les cuento.
La muestra será muy interesante. Merecerá un viaje a la Fundación.