En los últimos 30 años a la Secretaría de Gobernación en México la devaluaron, a la extinta fuente de presidentes del país la dejaron como mera oficina de protección civil; le quitaron esa fuerza de negociación, dirección y vigilancia secreta que durante los años de la dictablanda del PRI hacían que el político a cargo de la misma fuera el candidato más viable a suceder al gobernante en turno.
Personas como Manuel Bartlett, Patrocinio González, Jorge Carpizo, Esteban Moctezuma, Diódoro Carrasco, Santiago Creel, Carlos Abascal, Francisco Ramírez Acuña y Juan Camilo Mouriño demostraron lealtad en su momento al presidente en turno, más no capacidad política para operar los destinos del país.
Anoche uno de los secretarios más vistosos de Felipe Calderón fue destituido y en su lugar subieron a las grandes ligas a un jugador de segunda o tercera división, por supuesto que se le desea el mejor de los éxitos en su nueva responsabilidad a Francisco Blake Mora, si lo tiene será el más grande los aciertos de Calderón, si fracasa, el panismo volverá a demostrar que no sabe gobernar.
Al final del día somos nosotros los que pagamos los platos rotos, a ningún político del gabinete empezando por el presidente le puede ir mal, ellos ya ganaron y sus seis años son de echarse a la bolsa el dinero a manos llenas, no creo que haya un solo funcionario de primer nivel en México que no lo haya hecho y que no lo esté haciendo en este momento, al final del día vuelvo a decirlo, los únicos perdedores somos nosotros pues la falta de capacidad para solucionar los problemas es ya una tragedia nacional, a cuatro años de gobierno de Felipe Calderón no se vislumbran acciones que indiquen la disposición a solucionar dichos problemas y lo único que ya piensa el presidente es poner a su sucesor, lo que se me hace una reverenda fregadera.
A Felipe Calderón solo le queda un año de reflectores y por lo tanto de autoridad (si es que la tuvo en algún momento), el próximo año inicia la recta final por la carrera presidencial y lo triste es que el mote de pendejo ya se ve difícil que lo pierda, y nosotros a pagar las consecuencias de sus incapacidades.
Me cuesta mucho reconocer, pero tengo que hacerlo: Andrés Manuel López Obrador no podía habernos gobernado peor, probablemente lo hubiera hecho igual que Calderón, el Tabasqueño no tiene inteligencia, pero ¿de que ha servido la que supuestamente tenía Felipe?
Diez años del Pan y estamos peor que en el año 2000 sinceramente, parecía imposible repetir los años nefastos del PRI, sobre todo los de 1970 a 1994, pero el Pan entendió mal, en lugar de superar los problemas, superó de manera negativa a los creadores de nuestros problemas.