Los pantanos de Palencia estaban pendientes de un profundo estudio, estudio que ha llevado a cabo José Javier Ruiz Monge, ingeniero agrónomo palentino, con la publicación del libro "Historia de los pantanos de Palencia. En Memoria de las praderas sumergidas".
José Javier Ruiz Monge centra sus obras en la divulgación histórica de temas vinculados con la provincia de Palencia. En este libro sobre la historia de los pantanos desarrolla una indagación profunda, un trabajo de cuatro años con una investigación histórica exhaustiva, recopilación de datos, elaboración de sus propias fuentes, gráficos, dibujos y códigos QR para ampliar información con documentación original. Todo ello contribuye a una amena lectura y el atractivo de visionar fotografías inéditas de aquella época, con imágenes del proceso de construcción de los embalses, y la aportación de fotografías modernas, algunas del propio autor, de gran belleza por el enclave idílico donde se encuentran las presas, que no puede ser otro que la Montaña Palentina. Interesa también seguir los datos, fotos y relatos de la pericia y métodos de trabajo para la construcción de estos embalses, así como conocer los que quedaron en mero proyecto, como el del Valle de Pineda, el de Peña Caballera, el de Olmos de Ojeda, el de San Mamés de Campos, y el de La Cueza.
Los pantanos son retenciones de agua que se identifican con este nombre por los palentinos, al menos en la conocida y concurrida vertiente turística de la "Ruta de los Pantanos". Los pantanos oficialmente son embalses, aunque la denominación de pantano es correcta, según el diccionario de la Real Academia, que explica José Ignacio Díaz-Caneja, ingeniero de caminos, en el prólogo de este libro. El tema de la construcción de los pantanos, en mi opinión, es bastante desconocido y de gran interés por todos los beneficios que aportan a las distintas comarcas de la provincia, y hasta la buena agua del Canal de Castilla que bebemos los palentinos procede de una de esas presas, la de Cervera.
LOS PANTANOS DE PALENCIA. -
Para el autor del libro "los pantanos son considerados un patrimonio propio de la provincia, generador de paisaje, riqueza y palentinismo". Analiza Ruiz Monge los sucesos que acontecieron antes de la construcción de los embalses, recoge las inundaciones provocadas por las riadas y sus fatales consecuencias, que contribuyen a la toma de conciencia de la necesidad de futuros embalses para el regadío. Muy importante y beneficioso para Palencia fue el nombramiento del palentino Abilio Calderón como director general de Obras Públicas. "La mano de don Abilio se deja ver en 1909", cuando se considera prioritario la construcción de cinco pantanos reguladores de las cuencas altas palentinas y la transformación del Canal de Castilla en canal de riego. Es evidente el protagonismo del político en el impulso para la construcción de los embalses y en la colocación de la primera piedra de los pantanos de Cervera y Camporredondo, que se puede ver en las magníficas fotografías del acto y los detalles del banquete.
CINCO PRESAS. -
Cinco fueron las presas palentinas que se llevaron a buen término: Cervera, Compuerto y Camporredondo, dentro de la cuenca del Alto Carrión; y Requejada y Aguilar dentro de la cuenca del Alto Pisuerga, que permitieron el abastecimiento de agua y el regadío al resto de la provincia, además de regular el cauce de los ríos con el almacenamiento de grandes cantidades de agua, y la producción de electricidad. Un beneficio que en cambio originó un grave perjuicio para los humildes agricultores y ganaderos que tuvieron que sacrificar sus labranzas, pastos y ganado por el bien de la provincia. Tuvieron que dejar su único medio de vida, abandonar su tierra y emigrar, tras recibir expropiaciones de miseria, algunos se fueron con lo puesto. Ruiz Monge explica todo este complicado y penoso desalojo y rinde su peculiar homenaje a quienes cuidaron esas praderas hasta que fueron sepultadas por el agua, "había que pagar el precio de las praderas, deuda que se anotaba en la cuenta incuestionable del progreso". "Las expropiaciones fueron, o no, bien pagadas nadie les preguntó".
DIFICULTADES Y ANÉCDOTAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PANTANOS.-
Tras mi asistencia a las conferencias en el Casino y Ateneo de Palencia, y la lectura del libro, he disfrutado con lo que nos cuenta José Javier Ruiz Monje, y de cómo nos acerca a las dificultades de la construcción de estos pantanos, anécdotas y el cambio que experimentó la zona, en un repaso concienzudo a los diferentes embalses de la provincia que causaron tanta riqueza, pero en cambio en aquellas pequeñas poblaciones que se vieron afectadas provocó su desalojo, la pobreza y muchos sacrificios al recibir unas indemnizaciones que para nada suponían una compensación, después de sumergir bajo las aguas las praderas más productivas de esta zona de la Montaña Palentina, en concreto las del pantano de Aguilar. Más trágica aún fue la desaparición de seis pueblos, dos en el pantano de Requejada (Vañes y Villanueva de Vañes), y cuatro en el pantano de Aguilar (Cenera de Zalima, Villanueva de Pisuerga, Frontada y Quintanilla de Berzosa).
HOMENAJE A LOS AGRICULTORES Y GANADEROS. -
José Javier Ruiz Monge rinde con su libro un sentido homenaje a "los montañeses que no tuvieron la opción de elegir, que fueron testigos de la desaparición de su presente, del reposo de sus ancestros y del futuro de sus hijos. Dependiendo del momento y de las circunstancias, algunos acabaron en el pueblo de al lado; otros en Aguilar o Guardo, centros entonces de indudable pujanza; muchos en Bilbao y alguno más en Argentina".
EL PANTANO DE CERVERA. -
El primer pantano palentino que toma forma es el de Cervera, también conocido por Ruesga, un terreno poco apropiado para construir un embalse por los problemas de inundaciones que creó en la localidad de Ventanilla, y la oposición al proyecto por parte de las pequeñas poblaciones de Ventanilla y Ruesga. Comenzó a construirse en 1914 con el objetivo de garantizar el suministro para el regadío a disponer por el Canal de Castilla, y entró en servicio en 1923. Según cuenta José Luis Medina Gallo, el pantano de Cervera "Empezó a tener bañistas durante la Guerra Civil Española, precisamente, los alemanes destacados en Cervera hacían uso constante de él. Este canal, aparte de baipás para producir energía eléctrica, era un auténtico vivero de truchas". Fue la primera presa de titularidad estatal construida en la cuenca del Duero, actualmente está gestionada por la Confederación Hidrográfica del Duero. El pantano de Cervera/Ruesga acaba de celebrar su centenario con una importante exposición en Cervera, en la "Casa de los Leones" en la que Javier Ruiz Monge dio una charla sobre el pantano. Posteriormente la Confederación Hidrográfica del Duero colocó en el mismo embalse una placa conmemorativa de los 100 años de su inauguración.
EL PANTANO DE CAMPORREDONDO. -
El segundo pantano en ser una realidad fue el de Camporredondo, cuya primera piedra se puso el mismo día que la presa de Cervera. El enclave de la presa era un lugar entonces muy aislado y recóndito que planteaba muchas dificultades por los 76 m. de la altura del dique, que lo iba a convertir en el quinto más alto de España, además de dividir al pueblo de Alba de los Cardaños, y anegar praderas que eran el único medio de subsistencia de aquella gente. Este pantano fue inaugurado por Alfonso XIII el día 4 de agosto de 1930.
EL PANTANO DE LA REQUEJADA. -
El tercer pantano en llevarse a cabo fue el de La Requejada, tras varios proyectos y emplazamientos se decidió anegar los pueblos de Vañes y Villanueva de Vañes, "que no se resignaban al desalojo, a perder su modo de vida, a cambio de una parca indemnización. Pretendían, lógicamente, sacar el mayor partido de la obra millonaria que se ejecutaba frente a ellos y que se iba a llevar sus praderas y sus casas", y recibieron a cambio exiguas indemnizaciones, "cuando las circunstancias económicas no eran idóneas para emigrar y en la comarca existían numerosas minas de carbón que propiciaban abundante empleo". Vañes se convirtió en un nuevo pueblo que surgió en torno a la casilla de camineros que se había construido junto a la carretera".
EL PANTANO DE COMPUERTO. -
Fue el último embalse de la provincia en ejecutarse, a pesar de que las primeras planificaciones se llevan a cabo en 1909, la obra fue contratada en 1949, y no se finalizan hasta el 21 de agosto de 1960. El embalse se encuentra en término de Velilla del Río Carrión a la altura del pueblo de Otero de Guardo. Junto al de Camporredondo, el pantano de Compuerto regula la cuenca alta del río Carrión.
EL PANTANO DE AGUILAR DE CAMPOO. -
Su construcción fue muy complicada debido a las filtraciones y las dificultades de cimentación que ocasionaron numerosos quebraderos de cabeza a los responsables técnicos de su construcción, además de la inundación de cuatro pueblos, con el consiguiente desalojo de sus habitantes y el cese de su actividad agraria y ganadera. Es el gran embalse de la provincia de Palencia con capacidad para el almacenamiento total del agua en la provincia de Palencia. Los cuatro pueblos inundados fueron: Cenera de Zalima, Villanueva de Pisuerga, Frontada y Quintanilla de Berzosa. A destacar que se salvó de las aguas la iglesia de San Juan de Villanueva de Pisuerga, que fue reconstruida piedra a piedra en el parque de la Huerta de Guadián en Palencia, y la portada de la iglesia de Cenera que se montó en el castillo de Monzón. Se rescataron algunos capiteles, no así el mítico puente de Villanueva del Río, cuyos restos se pueden ver en los años de sequía. La iglesia de Frontada se salvó de la inundación al estar por encima de la cuota de agua, pero su mal estado de conservación provocó que la Confederación, propietaria del edificio, promoviese su desmontaje y reconstrucción.
REBUSCANDO EN LOS ARCHIVOS Y PATEANDO LA PROVINCIA. -
No hay duda que Javier Ruiz Monge para obtener valiosa información ha acudido a los archivos (Archivo General de la Administración, Archivo de la Confederación Hidrográfica del Duero y Archivo Histórico Provincial de Palencia), para descubrir pormenores y gentes, se ha pateado la provincia y ha recorrido los pantanos a pie de obra en su bicicleta. El resultado es evidente, ha sacado a la luz el tema de los pantanos, un interesante libro que desde el primer día que apareció en las librerías ha tenido el éxito asegurado y merecido. Un libro muy recomendable para obtener una buena y exhaustiva información y conocimiento de la historia de nuestros pantanos.
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