Es verano y se nota...muchas personas poco acostumbradas a volar, suelen tomar vuelos a bajos precios para realizar escapadas de unos días y poder tener unas vacaciones en algún lugar diferente.
Y al igual que en las carreteras, nos encontramos en los vuelos con muchos "domingueros", es decir, personas que no suelen volar, que entienden que el avión es como subirse a un metro o a un autobús...y ahí es donde comienzan los problemas.
Un pasajero conflictivo es aquel que genera problemas tanto con la tripulación, con otros pasajeros o con cualquier otro personal del aeropuerto.
Estos problemas pueden ser muy variados, desde pasajeros borrachos, pasajeros que se quejan de la compañía, insultan a la tripulación, agreden físicamente a la tripulación o acaban teniendo grandes conflictos con otros pasajeros.
Las tripulaciones muchas veces aguantamos demasiado antes de decidir expulsar a alguien del avión.
Expulsar a alguien de un avión no es agradable ni para la tripulación, ni para el resto de pasajeros, pero es necesario para mantener el orden y la seguridad en vuelo.
Durante mi etapa de coordinador de vuelo, yo mismo expulsé a muchos pasajeros cuyo comportamiento previamente a embarcar en el avión era conflictivo.
Los motivos más habituales, borracheras, insultos y agresiones físicas.
Un pasajero completamente normal, puede convertirse en un pasajero conflictivo si comienza a discutir con otro que sí lo es, por eso es importante que si hay un conflicto con un pasajero, se avise a la tripulación de cabina antes que enfrentarse de forma directa al pasajero.
El resultado es que puede que ambos acaben expulsados del vuelo por un mal comportamiento.
Durante las últimas semanas, han vuelto a aumentar los vídeos y noticias sobre este tipo de comportamientos. Lamentable, pero ocurre a diario y con mayor frecuencia de la que pensamos.
Mi consejo para mis compañeros tripulantes es que la tolerancia ante este tipo de situaciones, sea 0.
Y si eres pasajero, te invito a que vueles con el máximo respeto y educación con la tripulación y el resto de pasajeros, manteniendo una actitud normal, tratando de no molestar a otros y siguiendo todas las normas que nos indique la tripulación.
Por último, recordar que las sanciones a las que se puede enfrentar una persona que crea un conflicto en un vuelo pueden ser muy elevadas, especialmente si el vuelo termina siendo desviado.
Disfrutad del verano, volad todo lo que podáis, viajar y tened unas vacaciones inolvidables, pero con el máximo respeto y educación dentro y fuera del avión.
Buenos vuelos y buenas vacaciones!