Los paseos por bosques con árboles centenarios mejoran el dolor y combaten el insomnio en pacientes de fibromialgia, según ha confirmado un estudio médico realizado en Girona.
Profesionales del Instituto de Asistencia Sanitaria y del Hospital Josep Trueta, coordinados por el neurólogo Secundino López con la colaboración de la Universidad de Girona, han demostrado estos beneficios entre los enfermos que realizan un ejercicio moderado en este tipo de espacios boscosos, denominados bosques terapéuticos.
El estudio se ha llevado a cabo en el municipio de Olot con treinta mujeres de la Asociación de Fatiga Crónica y Fibromialgia de la Garrotxa, que evidenciaron una mejoría significativa respecto al punto de partida con relación al dolor intenso, los días sin síntomas y los de insomnio.
Las pacientes se dividieron en dos grupos para realizar los paseos por un bosque joven y otro de árboles centenarios.
Las que caminaron por el primero de estos espacios valoraron en menor medida la relajación percibida durante la actividad, mientras que las que lo hicieron por el segundo experimentaron una mayor mejoría en sus problemas de salud.
El doctor Secundino López ha explicado que este estudio es la primera vez que se realiza en el mundo con pacientes de fibromialgia y que el reto era comprobar si se podían aplicar las conclusiones de los llevados a cabo en otros países con personas sanas a enfermos de esta patología concreta.
López ha destacado que las mujeres que caminaron por el bosque maduro experimentaron una “mejoría significativa del dolor, aumentaron los días libres de enfermedad y también disminuyeron los de insomnio”.
El neurólogo ha lamentado que la falta de presupuesto para aumentar las muestras de pacientes en otros espacios y ha explicado que, a su equipo, le gustaría probar la terapia de bosques en personas con transtornos de atención y de espectro autista “porque, en este último caso, suelen ser niños fundamentalmente que tienen mucha agitación e inquietud y que podrían mejorar”.
Una de las mujeres que ha tomado parte en el estudio es Josefina Prat, quien ha calificado la experiencia de “gratificante” y ha detallado que tanto ella como sus compañeras se siente “muy relajadas” al término de cada caminata.
“Parece como si estuviésemos flotando como si volásemos, porque nuestro estado habitual es el de sentirnos muy cansadas”, ha relatado Prat.
La fibromialgia es un síndrome reumático caracterizado por dolor musculoesquelético crónico y difuso, fatiga, transtornos del sueño, rigidez matinal y transtornos psicológicos entre los que destacan la ansiedad y la depresión.
Fuente lavanguardia.com